El arte en la pandemia ha sido crucial para que muchas de nosotras soportemos los días encerradas. Crear y consumir lo que otras crean es una forma de conectar.
Durante la cuarentena, muchas personas nos hemos refugiado en libros, poesía o música.
Hace unas semanas, por ejemplo, pude asistir a una obra de teatro virtual que me puso a llorar en mi habitación.
En tiempos de crisis sociales, desastres naturales o emergencias sanitarias, las expresiones artísticas nos ayudan a resistir ante el caos, el miedo y la angustia. Nos ayudan a entender las realidades que vivimos y nos cobijan de la incertidumbre que nos invade el cuerpo.
Ante esto pienso en dos cosas. La primera es la importancia de quienes hacen arte en medio de las crisis, justo cuando en nuestra sociedad las artes siguen siendo desvalorizadas y precarizadas.
La segunda es sobre quienes consumimos, ¿qué significa refugiarse en las artes cuando la cultura no es accesible para todos los grupos sociales?
Sobre producir y crear en la pandemia
En su texto «La ansiedad», la escritora Mariana Enríquez lanza algunos cuestionamientos sobre la creación y la insistencia del sistema por producir y producir todo el tiempo. Y nos recuerda la importancia de rebelarse ante esa demanda.
«Como persona que trabaja con el lenguaje debería colaborar en la discusión pública. Pensando, escribiendo, interpretando. Pero cada día que pasa, pensar en esta pandemia se convierte en una neblina pesada: no veo, estoy perdida, apenas alcanzo a distinguir mis manos si las extiendo. No tengo la presencia de ánimo ni la distancia ni el equilibrio como para ponerme a leer a Eurípides», escribe en su ensayo.
Por esa misma línea, la mexicana Vivian Abenshushan dice es importante desmontar el régimen estético del autor que vive encerrado, ensimismado en su proceso interior, despojado del exterior.
«Para escribir necesitx la conversación con otrxs y salir del espacio doméstico. Sin eso, cada párrafo es cuesta arriba.»
Poéticas desde el encierro: mujeres que crean
Paulina Zamora es una artista visual y escritora. A partir de la propuesta de la Galería Libertad para dar un taller en línea, tomó como referencia el libro Poéticas de la producción artística del siglo XXI para crear Poéticas desde el encierro.
Este taller se enfoca en los procesos creativos de artistas mujeres para construir una pieza desde lo que se tenga casa, tanto objetos, su espacio, materiales, internet o su cuerpo.
A través de sus cuentas de Instagram, las artistas comparten sus ejercicios y sus procesos creativos. Paulina nos explica que la importancia de que el taller esté conformado por puras mujeres parte al leer sobre crítica feminista en la historia del arte.
«En un primer momento fue el ensayo de Linda Nochlin ‘¿Por qué no han existido grandes artistas mujeres’ y es un tema que en general pienso mucho, desde mi experiencia, qué conlleva ser artista mujer, de dónde viene esta falta de confianza para denominarnos «
Repensarse las artes en tiempos de crisis
Para Paulina, crear durante esta crisis de salud nos pone a repensar la creación artística:
«He oído repetidamente que en esta situación el arte salva y eso me conflictúa, salvar a una persona de su aburrimiento o de su propia ansiedad está bien, pero quizá debamos ser menos románticos (o modernistas) y darnos cuenta que quienes nos están salvando realmente de esta crisis es la fuerza de trabajo de las personas que no han parado para que nosotros comamos o tengamos servicios».
También considera importante repensar los formatos de distribución, el acceso y la pertinencia de nuestras producciones:
«Creo que no habrá retorno a la normalidad anterior a la crisis, y la ‘nueva normalidad’ se me figura un nivel más difícil en este juego llamado sobrevivir al capitalismo»-
Sobre el arquetipo del artista y su relación para crear, explica que no es una imposición generar un producto artístico a partir de esta crisis:
«Si alguien lo hace o se le representa como una oportunidad para crear está bien, pero si a otros les genera ansiedad producir desde ahí, hay más cosas que pueden hacerse para lidiar con el confinamiento.»