¿Cuál es la historia de las personas trans en México? Es un palimpsesto, una historia que se escribe una y otra vez.
Con ese concepto en mente surgió, en el Centro Cultural Border, una exposición del mismo nombre que busca ver esta historia desde la perspectiva del arte.
Visitamos la exposición en compañía de su curadora, Siobhan Guerrero, quien nos explicó a detalle cada una de las piezas.
En búsqueda de mayor visibilidad para las y los jóvenes trans
Las piezas se conjuntan en una sola habitación, sin embargo, la cantidad de información acumulada en el minúsculo recorrido es fascinante.
Siobahn comenta que la expo surgió debido a un ciclo de conferencias sobre activismos intergeneracionales trans, pues la voz cantante en el activismo transgénero “la llevan personas mayores de 40 años y hay poca visibilidad para la gente joven”, por ello realizó una serie de entrevistas con activistas trans de distintas edades. El resultado es un trabajo de historia, de memoria y de visibilidad.
La historia de las personas trans en México: variada y diversa
De acuerdo con la curadora, hay tres momentos definitivos en la vida de una persona trans: el nacimiento, la transición y su llegada al activismo. En este sentido ninguna persona transgénero ni su proceso son iguales. Por ello, en la exhibición podemos ver que confluyen distintas épocas y todas se mezclan entre sí.
Así, la ciudad aparece en el enorme mural de Thomas Ortiz, que salpicado de tonalidades rosas, azules y amarillas muestra a la Ciudad de México y su historia trans de forma inusual.
Esta pieza retrata momentos muy significativos y de cambio, así como símbolos significativos de la comunidad trans: por ejemplo, un hombre y una mujer trans con fuego en el vientre, lo que representa su renacimiento y el transfeminicidio de Agnes Torres, la psicóloga especialista en identidad de género y transactivista, cuyo cuerpo aparece entre flores.
En el mural también se observa la creación de la Clínica Condesa, especializada en el tratamiento de VIH, el Ángel de la Independencia en su versión trans y el registro civil, donde se libraron batallas para la obtención de derechos y reconocimiento legal. También está el grupo EON, Inteligencia Transgenérica, nacido en 1996 y pionero en nuestro país.
La obra demuestra que no hay una sola manera de ser trans o persona no binaria, es en palabras de Siobhan “una explosión de corporalidades, formas y luchas que recupera momentos claves”.
Memoria individual y colectiva
Al mural se suma un collage de gran tamaño con retratos de “vestidas”, travestis, fotos de de Alarma!, semanario que los ridiculizaba, además de imágenes del famoso antro LGBT Spartacus y del libro La casa de la Mema quien fue un activista promotor de la lucha contra el sida.
También nos miran desde esa pared el coronel Amelio Robles, hombre trans presente en la Revolución mexicana, y Marta, la primera mujer transexual de México y Latinoamérica, quien transitó en 1953, “una época en donde no se distinguía entre la homosexualidad y lo trans”. Siobhan también nos cuenta que su procedimiento quirúrgico se llevó a cabo en a clandestinidad e incluso con sesiones en su hogar.
Su caso se descubrió en Estados Unidos y las imágenes incluidas reflejan que la comunidad trans tiene que escribir su propia historia. “Aquí está la resistencia trans” se lee en un graffiti que marca los rostros en las fotografías.
Siobhan señala “que es la irrupción del sujeto trans que viene a escribir su propia historia, que afirma: aquí estoy yo, voy reescribir todo”. Asimismo hay una parte donde se “deshilacha” la interseccionalidad, en ella los asistentes pueden revelar su edad, si han hecho su transición y su origen étnico.
La exhibición termina con una bandera trans intervenida por el artista Tona Hernández, la cual fue grafiteada el 8 de marzo de este año por feministas trans excluyentes. La intervención transforma la agresión en autoafirmación: “mi identidad es mucho más que un sentimiento”, algo que Siobahn describe como «la forma en la que los discursos se entrelazan y se escriben unos sobre otros».
Palimpsesto nos ayuda a entender a una comunidad juzgada, atacada, a la que deberíamos escuchar y dejar escribir su propia narrativa. La exposición recupera la historia y la lucha de quienes han tenido que reivindicarse a cada paso.
Palimpsesto, Centro Cultural Border
Zacatecas 43, colonia Roma
De 9 a.m. a 8 p.m. Hasta diciembre 2019