¿Qué tienen en común los cortes de cabello y el sexo entre mujeres? Así es: el tijeretazo.
Si te identificaste con esa palabra, seguro te logré sacar una sonrisa y espero que uno que otro húmedo recuerdo, por eso el proyecto sobre salud sexual que creé se llama así: El Tijeretazo – Recortería Feminista y es disidente, atrevido, de compis, para nosotras.
Todo comenzó porque existe un gran mito: a las lesbianas no les interesa cuidarse sexualmente porque no pueden embarazarse, ¡FALSO!
Falta de información
Las lesbianas, mujeres bisexuales y mujeres que tienen sexo con mujeres (y aquí entran todas: lesbianas, mujeres bisexuales, cishetero o cualquiera que se sienta identificada con el término) existimos y resistimos.
No existen campañas de salud sexual enfocadas a nosotras. Nuevamente somos invisibilizadas y discriminadas por el sector salud e incluso por muchas campañas “lgbtq+ friendly” que en su mayoría se centran en la comunidad gay.
Sin embargo, las lesbianas tenemos fama de poner manos a la obra (guiño guiño) y es precisamente la razón por la que surgió El Tijeretazo.
Historia de un tijeretazo
A partir de que decidí llevar el cabello corto –y expresar mi identidad de manera más andrógina– empezaron a surgir algunas situaciones incómodas en las peluquerías y estéticas.
Comentarios cuestionando por qué llevo el cabello tan corto, situaciones en las que me decían que no podían pasarme la máquina porque “iba a parecer varón”… hasta el hecho de que me cobraran por “corte de dama” cuando tengo el cabello más corto que tu hermanito.
¿Por qué tienen que cuestionarme hasta por la forma en la que quiero llevar el cabello? Cansada, finalmente, de que también quisieran asignarle un género a mi cabello, decidí empezar a cortármelo yo sola… y comenzó a ser un ritual maravilloso de reafirmación de mi identidad y expresión.
Un encuentro lencho-sororo
Poco a poco empecé a cortarle el cabello a amigas lesbianas y feministas que se encontraban en la misma situación que yo, y el momento de cortar pelo se volvió un verdadero encuentro lencho-sororo en el que terminábamos platicando de temas bien profundos… y de sexo también. Así fue como surgió la idea del proyecto en sus 4 ejes:
- La necesidad de difundir información sobre salud sexual para lesbianas, bisexuales y mujeres que tienen sexo con mujeres.
- Crear un lugar en el que podamos pedir libremente y sin ser juzgadas un corte mohicano, una rapada o cualquier otra cosa que sea importante para nuestra expresión de género o identidad.
- Fomentar el intercambio no monetario (trueque).
- Generar una comunidad lésbica y bisexual mucho más unida, crítica y reflexiva respecto a temas como el machismo o la violencia que también está presente entre nosotras.
¿Y qué tanto hacemos?
El Tijeretazo está basado en Mérida, Yucatán, y cuando pides un corte acordamos un trueque, que pueden ser chelas; material para limpiar el equipo; un libro; café o cualquier cosa que salga de tu cora.
Al finalizar el corte te regalamos una pequeña guía de salud sexual para mujeres que tienen sexo con mujeres.
En las redes sociales del proyecto también compartimos información muy específica, como qué son los métodos barrera y cómo usarlos; qué exámenes hacerte y cada cuánto; qué pasa si tienes una infección vaginal y has tenido sexo con otra mujer, etc.
Más acceso a información y métodos de protección
Por supuesto no nos quedamos sólo en la difusión, también nos encargamos de acercar métodos barrera a más mujeres. Compramos cajas de diques dentales y los vendemos en diferentes puntos de la ciudad.
Finalmente, organizamos de manera mensual los «Conversatorios Tijeretosos» para fomentar los espacios para nuestra comunidad en donde se dé la reflexión sobre temas como lo que implica salir del closet como lesbiana o bisexual; el machismo en las relaciones entre mujeres, erotismo y otros asuntos.
El mensaje con el que quiero que todas nos quedemos es este: si luchamos por nuevas formas de amarnos y cuidarnos entre mujeres, hagamos de la salud sexual también una expresión más de la sororidad. Cuidándote a ti nos cuidas a todas.