Se acabó Game of Thrones, pero la cosecha de series nunca termina, ¿qué es lo que ocurre cuando aparecen en la pantalla los créditos finales de tu serie favorita y sientes un terrible vacío?
Se trata de la tristeza post series, algo que bien podríamos considerar parte de la estela de frivolidades o “problemas del primer mundo” y que, sin embargo, tiene efectos muy reales en quienes la experimentan.
Un fenómeno moderno
El termino surgió debido a un ensayo del escritor Matthew Schneier en el que revelaba el estrés y la ansiedad que le producía el inminente final de su serie favorita, no sólo porque era la conclusión definitiva, sino porque también tenía la duda de qué haría después; ¿qué binge-watching sería el siguiente?
Para el psicólogo Francisco Tabernero, esta tristeza va de la mano con conductas adictivas, como los atracones visuales tan comunes en estos días. Describe este sentimiento como un “bajón” debido a la pérdida de reforzadores, los cuales pueden ser desde momentos placenteros en tu día, hasta ver tu serie favorita, lo cual, según el experto, es “quizá el reforzador por excelencia para muchas personas”.
Cuando el estímulo se termina, no hay refuerzo, entonces el estado de ánimo declina.
Atracón visual
Respecto a la conducta adictiva, el binge watching es el reflejo más evidente de ella. Es una práctica extendida, pese a que, en teoría, no hay ojos ni nalgas que lo aguanten.
Sin embargo, sabemos –o somos– de quienes apenas sale la nueva temporada de una serie, la consumen de inicio a fin en un solo día.
Pero no todo es parte de una adicción o vacío, también es triste que la serie termine por todo lo que invertimos en ella: tiempo; identificarnos con los personajes, con sus emociones y vivencias. Temporada tras temporada hemos reído, sufrido y sentido con y como ellos.
Lo cierto es que, aunque poco estudiado, este fenómeno cultural se ha vuelto tan constante que incluso puedes encontrar artículos en Wikihow o Reddit con consejos sobre cómo vivir este “duelo”.
Las opciones van desde tomar un descanso de las series, visitar foros online y escribir fan fiction, hasta enviar cartas de queja a las cadenas creadoras del show o, ya de plano, volver a ver toda la serie de principio a fin.
Vuelta a la realidad
Además de la ansiedad y el apego a los personajes, el impacto también podría deberse a que ya no hay mame, memes, ni material de conversación que antes te unía con otras personas.
De igual forma, sentir ansiedad y la necesidad por pasar de un show a otro de inmediato nos muestra la consecuencia de vivir en un mundo con fobia al aburrimiento y a nuestros pensamientos, sin olvidar la amenaza de la realidad, que parece mordernos con noticias sobre cómo el mundo se cae a pedazos y en donde no parece haber tramas cautivantes ni finales satisfactorios como en nuestras adoradas –y adictivas– series.