Kim Kardashian quiere vendernos algo que viene integrado en nuestros cuerpos: pezones. A finales de octubre 2023, Kim anunció el lanzamiento de The Ultimate Nipple Bra, un brassiere de su marca Skims con una particularidad: pezones marcados.
¿Cómo poooooor? Te preguntarás.
Pues, básicamente, para que al ponerte la ropa se vea como si tus pezones estuvieran parados. O como explicó Kim en el video promocional, para que sin importar qué tan caliente se ponga el planeta por el cambio climático, «tú siempre te veas fría». Okeeeeeeeiiiiii.
Muchas personas (nos incluimos, la neta) se preguntaron si todo era una broma ¿o un disfraz de Halloween? Pero no, no lo era. Y entre quienes amaron la idea y quienes la odiaron, se abrió una oportunidad para poner sobre la mesa un tema que a lo largo de los años no ha dejado de causar controversia: los pezones de las mujeres.
Otros brassieres con pezones marcados
La idea de incorporar «pezones» en un sujetador no es del todo nueva. En los años 70, durante la época del auge del look natural/hippie/bohemio, muchas mujeres abandonaron sus brassieres. (¡A la hogueraaaaaa!) Y la marca VIVA Lingerie aprovechó esta tendencia para crear un sujetador que simulaba la apariencia de no llevar nada puesto. O sea incluyendo la marcación “natural” de los pezones, pero manteniendo el soporte de un sujetador. Ya sabes, para quienes lo quieren todo en la vida.
Años después, la marca Victoria’s Secret también apostó por crear un modelo similar, pero con efecto push up: el Bombshell Bra, que al igual que el de Skims incluye el efecto «pezones fríos».
El poder y la sexualización de los pezones marcados
La obsesión con los pezones marcados es una paradoja interesante. Por un lado, en el ámbito de la publicidad y el entretenimiento para adultos, los pezones erectos se asocian con la sensualidad, la excitación sexual y se han utilizado para vender fantasías. Sin embargo, en el contexto cotidiano, esta apariencia a menudo es mal vista y ha contribuido a la cosificación del cuerpo de las mujeres. Algo que debería ser natural, se vuelve un foco para el acoso.
De hecho, la idea de usar sujetadores durante la pubertad es, en parte, con el objetivo minimizar la visibilidad de los senos en desarrollo, incluyendo los pezones. Esta práctica refleja una realidad compleja en la que la misma característica que se utiliza para atraer y excitar puede ser estigmatizada cuando se presenta de manera natural o el físico de las personas no se apega a ciertos estereotipos de belleza.
La historia de la censura de los pezones femeninos
El hecho de que los pezones de las mujeres sean un tabú en nuestra sociedad se remonta a tiempos antiguos y perdura hasta el día de hoy. A nadie le sorprende que un hombre lleve el pecho descubierto en la playa, pero si es una mujer la que muestra los senos entonces es un ESCÁNDALO.
En muchos lugares del mundo, durante años las mujeres podían –y en algunas culturas aún pueden– mostrar libremente los pezones sin que esto genere controversia. Sin embargo, conforme se fueron dando procesos de colonización y evangelización los pezones femeninos se llenaron de connotaciones eróticas, derivando en su censura en varios países del mundo.
Consecuencia de esta censura, a lo largo de los años han surgido movimientos como ‘Free The Nipple’, que defienden una idea muy simple: si los hombres pueden mostrar sus pezones libremente, las mujeres también deberían poder hacerlo. Pero estamos lejos de que la realidad sea así.
¿Liberación o cosificación?
Toda esta historia nos lleva de regreso a la última novedad de la línea de ropa de Kim Kardashian. ¿El brassiere con pezones marcados de Skims representa una forma de capitalizar algo que es naturalmente parte del cuerpo?
Para algunas personas, esto puede ser interpretado como una manera de burlarse de la censura al trasladar el tabú desde la anatomía real a un objeto portable y comercial. También hay quienes mencionan que el brassiere puede ser un apoyo para quienes han atravesado una mastectomía y no se sienten cómodas con sus senos.
Sin embargo, también hay quienes lo ven como una forma de ganar dinero con las inseguridades que la misma industria que Kim Kardashian representa ejerce sobre las mujeres y sus cuerpos.
Tú qué dices, ¿te pondrías un brassiere con pezones marcados?