Cuando era niña, me llamaba mucho la atención el estante de toallas femeninas de la tienda; el diseño era tan llamativo que me daban ganas de comprarlas, aunque no sabía muy bien para qué eran.
Definitivamente, mi percepción de ese producto colorido cambió cuando lo necesité. Usé mi primer toalla a los 13 y me resultó tan incómodo como hablar del tema con mi mamá, y como ella las compraba, terminé resignándome y asumiendo que no existía algo mejor.
Aunque las odiaba, pasé los últimos 17 años comprándolas. Sabía que eran malas, pero no las podía dejar. Además, nunca pude usar tampones, ni adaptarme a la copa menstrual.
Todo cambió hace cuatro meses cuando curioseando en internet descubrí la marca Thinx, unos calzones para la menstruación con diseños hermosos, que prometían ser la ropa interior soñada a prueba de fluidos.
Arriesgándome a probar algo nuevo
Cuando le conté a algunas amigas cercanas mi inquietud de comprar este invento, la mayoría pensó que tiraría mi dinero a la basura y terminaría usando una especie de pañal lavable, inútil y caro.
Aún así me arriesgué y compré en línea cuatro de sus diseños: unos calzones de corte a la cintura con encaje, unos sport, unos de algodón orgánico y, para rematar, metí al carrito un body con encaje a los costados y escote en la espalda, perfectos para hacer ejercicio o incluso para salir a la calle con un look muy sexy.
Invirtiendo en calzones
A diferencia de la copa menstrual (que cuesta entre 300 y 600 pesos), esta alternativa es mucho más cara. Al final pagué aproximadamente 3 mil pesos (167 USD) con todo y envío, más 800 pesos de impuestos cuando llegaron a México.
Sin embargo, hacer esta inversión significó no sólo un cambio muy positivo en mi estilo de vida, sino también una pequeña contribución al medio ambiente, pues los productos menstruales son el quinto mayor contaminante de océanos y tardan entre 500 y 800 años en degradarse.
Lo que Thinx ofrece
Los Thinx aseguran absorber la humedad, neutralizar olores, absorber líquidos y mantener tus sábanas y pantalones libres de sangre.
Esta ropa interior inteligente tiene la capacidad de absorber lo mismo que dos tampones, además cuenta con diferentes modelos para que cada quién encuentre el que mejor le acomode.
Eso sí, es importante considerar cómo es tu flujo, así sabrás si eres candidata a usarlos. Aquí te dejo un test que te ayudará a responder esa pregunta.
Mi experiencia
Llevo tres meses usándolos y puedo afirmar que su tecnología de cuatro fibras cumple todo lo que promete, además es la solución más apta para la gente que, como yo, busca practicidad y rapidez.
Al usar los Thinx no sentí ningún bulto extraño, no se nota cuando los traigo puestos, no me siento mojada y no he tenido ningún accidente que me obligue a amarrarme un suéter en la cintura todo el día (como me llegó a suceder con las toallas), y eso que los he usado para hacer ejercicio de cardio con muchos saltos.
Algunas cosas a considerar
Lavarlos es muy fácil, yo los dejo toda la noche en un balde con poca agua, y al día siguiente los tallo suavemente con jabón neutro; se secan muy rápido.
Me los cambio cada ocho horas y me olvido de cargar toallas, de cambiarme tampones, de hervir copas y de generar basura. Lo recomiendo para chicas que no se adaptaron a la copa menstrual y buscan una solución fácil.
Además, Thinx también tiene una versión para niñas… ¡me habría encantado tener este producto cuando iba en secundaria!
Si estás interesada en probarlos ojalá puedas comprarlos si viajas a Estados Unidos o pedírselos a algún amigx o familiar que vaya de visita, así te ahorras los impuestos y pagas menos envío.