¿Ligera? Sí. ¿Cómoda? También. ¿Ridícula? Depende de cómo y quién la lleve, lo cierto es que la camisa hawaiana parece ser la prenda favorita de pachecos, pimps, mafiosos malvados, party animals y hipsters de avanzada.
Este atuendo permite cubrirse con atardeceres frente al mar, palmeras, bailarinas, flores y frutas frescas. Basta que haga un poco de calor para que estas camisas aparezcan en sitios muy alejados de los parajes de ensueño que representan.
Esos estampados escandalosos e inconfundibles han hecho famoso a su lugar de origen, Hawai, y han dejado su huella en la moda, la música y el cine.
Raíces orientales
Varias versiones coinciden en que las primeras Aloha Shirts —nombre oficial de esta prenda— fueron creadas por Ellery J. Chun.
El sastre de origen chino, radicado en Hawai, la confeccionó en 1935 inspirándose en las camisas de los trabajadores de las plantaciones de azúcar y las blusas hechas con retazos de kimono, y los diseños eran pintados a mano por su hermana, Ethel Chum Lum.
Posteriormente, un sastre de origen japonés, residente en Honolulu, Musa-Shiya Shoten, publicó el primer anuncio de camisas hawaianas y en 1936 comenzó a vender sus creaciones como “especiales para turistas”.
¡El mundo se rindió al estilo playero!
Pronto, Honolulu se convirtió en la capital de la camisa Aloha.
Las camisas eran compradas tanto por locales como por turistas, por los Beach Boys y por artistas menos ñoños, como el recientemente fallecido Dick Dale, mejor conocido como el rey de la guitarra surf.
Sin olvidar que era la prenda imprescindible de los llamados beach bums: gente joven que pasaba todo el día en la playa ebria de sol, alcohol y mota.
Una moda que perdura
Pese a que el uso de la camisa hawaiana disminuyó cuando el movimiento hippie ganó terreno, jamás se fue del todo.
En 1966 en Hawai se estableció el Aloha Friday, un alivio para los surfers –convertidos en ejecutivos– que tenían que laborar en oficinas sin aire acondicionado.
Se podría decir que esa iniciativa es el antecedente del viernes casual que continúa en la actualidad, una mezcla de nostalgia y el constante anhelo de querer llevar la playa a la oficina.
El bache de los 80s
En los 80, la camisa hawaiana sufrió un declive debido a la sobreproducción: había piezas de mala calidad que hasta Walmart vendía. Además de eso, era el atuendo favorito de hombres retirados, con abdomen abundante y cangurera, para rematar.
La gente comenzó a evitar el look a toda costa, aunque tendría su regreso triunfal…
Espectacular regreso
El regreso de la camisa hawaiana fue imparable a partir de los años 90, cuando Leonardo DiCaprio lució varias en la película Romeo + Juliet.
Igualmente, su colorido inundó las pasarelas: firmas como Valentino, Balenciaga, Prada y Saint Laurent han creado sus propias versiones y, por fin, se han popularizado diseños con distintos cortes y estilos como crop top o un moño al frente.
¡Larga vida a la camisa hawaiana!
Todavía le queda mucha ha vida a la exótica prenda que han usado celebridades como Elvis Presley, Frank Sinatra, Jim Carrey, Nicolas Cage, Justin Bieber, Julia Roberts, Chiara Ferragni, Diane Kruger, Bart Simpson y hasta la ardilla Dale.
Después de todo, ¿quién puede resistirse a llevar consigo un trozo de paraíso?