Me cuesta mucho relajarme y encontrar paz. En cuanto bajo el ritmo siento que algo anda mal conmigo y de inmediato vuelvo a trabajar para sentirme productiva, pero seguir estos patrones de conducta solo me ha dejado estrés, cansancio acumulado y migrañas casi todos los días.
En mi última vacación decidí no salir y quedarme en casa a consentirme, a buscar espacios y actividades que me ayudaran a encender el interruptor de la felicidad. Aquí les comparto algunos trucos muy simples que incorporé paulatinamente a mi vida para impedir que la angustia se apodere de mí.
Aquí 5 consejos para estresarte menos:
¡Estírate!
Cuando estoy en momentos de mucha tensión he notado que mis músculos se contraen e incluso duelen, sobre todo alrededor del cuello y la espalda, pero como mis prioridades estaban al revés, me era más fácil resolver “problemas” laborales, que escuchar a mi cuerpo y parar.
Algo tan fácil como estirarme o respirar conscientemente, eran prácticas casi nulas en mi rutina. Ahora me tomo mínimo cinco minutos para estirarme y soltar la presión con cada movimiento, eso me ayuda a sentirme más ligera y activar la circulación cuando necesito energía.
Come bonito
Aunque los alimentos con grasita y azúcar refinada causan felicidad instantánea, si quieres un efecto de bienestar prolongado, lo mejor es comer equilibrado y saludable.
Cuando sé que voy a tener un día pesado procuro cargar snacks nutritivos como amaranto, almendras o arándanos y así no recurrir a la comida chatarra que luego de unas horas me baja la energía y me hace sentir abotagada.
Deja el celular
Pasar tanto tiempo en redes sociales me impedía vivir el presente por estar contemplando el de otrxs, además, es muy cansado para la mente y los ojos.
Ahora procuro apagar el teléfono 15 o 20 minutos y aprovechar ese tiempo para escribir lo que quiero hacer el fin de semana o para organizar pendientes, eso me ayuda a tener más certidumbre y tranquilidad. Repito este minidetox de redes sociales las veces que necesite durante el día.
Apapacha tu cuerpo
Luego de un día difícil intento cambiar el mood poniendo sábanas limpias y haciéndome tratamientos de belleza caseros, me gusta ponerme mascarillas y aceites corporales.
El simple hecho de untarme crema en las manos u oler algún aroma floral me transporta a otro sitio mucho más armónico y relajado. Para un efecto más parecido a un spa, prendo velitas y tomo té mientras escucho música.
Saca tus sexy moves
No soy la mejor bailarina, ni la reina de la pista, pero cuando quiero reírme y soltar el cuerpo pongo reggaetón o cumbias a volumen alto y bailo sola en mi cuarto. Siempre me ayuda a reírme de mí misma y a no pensar en otra cosa, más que en el ridículo baile que estoy haciendo. Lo recomiendo muchísimo.