5 mujeres rapadas nos cuentan las razones detrás de su cambio de look

mujeres rapadas
Foto. Sherlyn // @sherlynsuzette

La relación de las mujeres y el cabello es sumamente íntima y compleja. Un cambio de look puede ayudarnos a sentir renovadas e indestructibles, pero un mal corte puede sacar a relucir algunas de nuestras peores inseguridades. Por eso siempre llama la atención ver a mujeres que toman la decisión más radical en cuanto a cabellera se refiere: llevar la cabeza rapada, desafiando así los estereotipos de lo tradicionalmente femenino y redefiniéndose en sus propios términos.

Platicamos con Jenn Rojo, Ana Karenina, Lulú Iglesias, Sherlyn Suzette y Julia Hecht sobre la decisión de llevar el cabello al ras y cómo esto ha cambiado su dinámica y forma de relacionarse con el mundo.

¿Por qué decidiste raparte?

Jenn: Decidí raparme por que me cansé del cabello (aparte ya estaba maltratado) y porque quise probar algo diferente y radical.

Ana Karenina: 
La idea venía rondando en mi cabeza desde hace un buen rato pero, como muchas, no me animaba, pensaba que no me quedaba o que me iba a ver más gorda. Luego, cerca de mi cumpleaños número 30, tuve ese periodo de introspección que es un cliché y recordé mis principios feministas como el mito de la belleza. Eso, aunado al hecho de que tenía el pelo horriblemente maltratado de tanto peróxido, la ola de calor y de que siempre estoy experimentando nuevos looks. Así que, una semana previa a mi cumpleaños (que es el 24 de mayo) llegué a la peluquería de mi colonia y le dije al bato «pásale la uno a toda la cabeza».

Lulú: Desde hace más de 5 años había querido hacerme un corte pixie, admiraba mucho a las mujeres que lo hacían, pero dudaba en hacerlo por miedo a que me quedara mal. Hace como un año y medio comencé a tener mucha seguridad en mí misma y decidí que sí lo iba a hacer, ese era el momento, y que ya después de tanto esperar valía la pena hacer algo drástico.

Sherlyn: Siempre había tenido curiosidad y usaba mi cabello como un medio para esconder mi rostro o jugar con él. Sabía que al raparme no tendría nada que esconder.

Julia: La verdad fue accidental, tenía el pelo muy largo y un día me desperté y dije «Hoy me voy a cortar un bob como cuando tenía cuatro años». Llegué al salón y me dijeron que si me lo cortaban más se podía donar. Así que me lo cortaron más, pero me dejaron un chop muy raro… Estuve tratando de arreglarlo 2-3 semanas, pero cada vez quedaba peor. Un día, estando con Patricia, una de mis mejores amigas, en noviembre antes de ir al show de Napoleon en FWMx, me motivó y dije fuck it vamos a raparme.

Foto. Lulú // @lulu_iglesias

¿Crees que cambió tu percepción sobre ti misma después de hacerlo?

Jenn: Creo que sí me dio más confianza y seguridad. Me quité el estigma de que una mujer debe tener cabello largo para ser bonita
.

Ana Karenina: Un poco sí, me veo mucho en los espejos o reflejos para reafirmarme a mí misma y, en cada ocasión, me gusta lo que veo. Me gustó darme cuenta de que el cabello no es un determinante para sentirme sexy y bonita. Creo incluso que resalta atributos faciales que desconocía de toda la vida.

Lulú: ¡Sí! Dejé de intentar conformarme con los estándares de otros, empecé a sentirme mucho más segura de mi cuerpo, pues ya no lo escondía detrás de mi largo cabello suelto… Raparme definitivamente me brindó mucha seguridad en mí misma.

Sherlyn: Sí, me sentí valiente y me sentí segura de mí misma. Y no hay belleza más grande que eso.

Julia: Sí, fue la primera vez que me vi en el espejo y me sentí guapa.

Foto. Jenn // @jenn_rojo

¿Sientes que llevar la cabeza rapada puede ser una herramienta de empoderamiento?

Jenn: Creo que sí, como antes lo mencioné hace que tengas más confianza en ti. Si tú te sientes cómoda y estás bien, no importa lo demás.

Ana Karenina: El empoderamiento me parece un concepto muy neoliberal y pierde sentido en una sociedad que oprime sistemáticamente a la mujeres. Lo que es cierto es que me siento más segura, en parte de mí misma, pero también hablo de seguridad en las calles: apenas llevo dos semanas rapada y ya me han dicho «carnal» y «joven». Andar en la calle confundiendo gente me hace sentir más libre y, a lo mejor equivocadamente, pero me hace pensar que los batos no se meten tan fácil conmigo porque parezco más ruda o piensan que soy otro bato.

Lulú: Sí, pues lo que más me ha impactado es la respuesta de otras chicas que se han querido cortar el cabello como yo y me dicen que las he ayudado a tomar la decisión de hacerlo. Es algo que me brinda aún más seguridad y me ha encantado ser un buen ejemplo para otras personas para expresarse a sí mismas sin importar lo que piensen los demás, o si les va a gustar a otros o no.

Sherlyn: Por supuesto. Nada es más poderoso que una persona que se ama completamente exterior e interior. Raparme me ayudó a amar ambas.

Julia: Sí. Es un hecho que dice mucho por sí sólo, principalmente que las mujeres no tenemos que seguir ningún estereotipo social ni cultural. Y no consiste meramente en algo físico de cómo nos vemos ni qué queremos hacer. Hoy las mujeres podemos ser y hacer lo que cada una de nosotras decidamos.

Foto. Sherlyn // @sherlynsuzette

¿Qué es lo que más te gusta de llevar la cabeza rapada?

Jenn: Es demasiado cómodo y no tengo que lidiar con peinarme o hacerme muchas cosas en la cabeza.

Ana Karenina: La comodidad, sobre todo: saber que estoy lista en cuanto me levanto de la cama, jajá.

Lulú: Me ha permitido enfocarme en otras cosas de mi vida y tener más tiempo en el día.

Sherlyn: Que me hagan o hacerme piojito.

Julia: Todo.

Foto. Ana Karenina // @kare_ninja

¿Extrañas tu cabello largo por momentos?

Jenn: Llevo siete años sin tener el cabello largo. Rapada llevo dos años y a veces sí extraño cosas como cepillarme el cabello o que se mueva con el aire, pero solo es por momentos, me gusta mi cabello corto.

Ana Karenina: No, en realidad no. Me gusta mucho tocarme la cabeza y sentirme el pelo muy cortititito, de hecho, pretendo quedarme así un buen rato hasta que se me ocurra otra cosa.

Lulú: Claro. Yo no me rapé por algún disgusto con mi cabello, me encantaba y sí me costó mucho dejarlo ir. Extraño poder peinarme, pero aun así ¡no me arrepiento para nada!

Sherlyn: No. Yo escondía mucho mi persona en el cabello y tenía muchas inseguridades antes de cortarlo. Tener cabello corto me hizo romper con muchas «ideas de belleza y feminismo» con las que crecí.

Julia: Realmente no, no soy de extrañar.

Foto. Julia // @imjuliahecht

¿Qué consejo le darías a alguien que tiene ganas de raparse pero no se anima?

Jenn: ¡Que se anime! Al final el cabello siempre crece, pueden donar su cabello para una buena causa y raparse, nunca hay que quedarse con las ganas de hacerlo y creo que te ayuda a darte cuenta y a confiar más en ti misma.

Ana Karenina: ¡No pasa nada! Ahorras mucho tiempo y champú y, la verdad, ojalá todo fuera como el pelo, si te arrepientes: vuelve a crecer.

Lulú: Que no se quede con las ganas, va a tener la inquietud de hacerlo por mucho tiempo y mejor intentarlo.

Sherlyn: Es uno de los momentos más liberadores. Hazlo.

Julia: Hay cosas que no se piensan dos veces.

Recomendado

5 consejos que te servirán si tu pelo es quebradizo

Hablemos sobre pelo quebradizo. La mayoría de personas hemos...

Recomendado

¿Se puede tener fleco con cabello rizado? Así ha sido mi experiencia

Para quienes tenemos el cabello rizado hay ciertas cosas...

5 consejos que te servirán si tu pelo es quebradizo

Hablemos sobre pelo quebradizo. La mayoría de personas hemos...

Tinsel Hair: todo lo que tienes que saber sobre las extensiones brillosas de moda

Investigamos cómo lograr esas cabelleras brillosas que hemos estado...
Salir de la versión móvil