Datos para no quedarse fuera de la conversación de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle

boda del príncipe Harry
Foto. www.royal.uk

Llegó el gran día para que fanáticos de la realeza británica y la prensa del corazón se dieran vuelo con la boda del príncipe Harry y Meghan Markle. Un nuevo episodio como salido de un cuento de hadas que impregna de melaza las redes sociales desde hace unos meses, pero ahora llega a su fin, ¿o apenas comienza? ¿Será que acabó la historia fantástica y ahora da inicio la telenovela?

Por si acaso te sientes fuera del tema de conversación en la hora del cafecito con la familia, aquí resumimos los detalles más importantes y los datos curiosos que ocurrieron en este gran evento, para que no tengas que mentir por convivir.

Toma un pañuelo para leer con atención por si te duelen los ojos de tanto llorar (o de saber cómo se gasta el dinero a lo grande) al ver cómo se invirtieron unos 36.5 millones de euros, que según la compañía especializada en organización de bodas Bridebook, es lo que pudo haber costado la boda de los royals.

Caaaaaasual.

El ajuar de novia

Al vestido de novia se le considera «el secreto mejor guardado» y por el que muchxs lanzan suspiros. Pues el vestido de Meghan Markle —ahora duquesa de Sussex— fue diseñado por la británica Clare Waight Keller para la firma de Givenchy. Según revistas como ¡Hola! este costó entre 100 mil y 270 mil dólares. Los zapatos fueron de la misma firma francesa.

El velo midió 5 metros de largo. Hecho de tul de seda, bordado a mano con flores que representan los 53 países de la Commonwealth.

La tiara

Fue una joya de la colección de la reina Isabel II, pero propiedad de la Reina Mary. La abuela del príncipe Harry le prestó la tiara para la boda. Esta joya está hecha básicamente de diamantes. Harto bling bling.

Fue creada en 1932 con un broche desmontable al centro (hecho en 1893) y compuesto de 10 brillantes diamantes. O sea, casi nada de valor ahí.

El segundo vestido

Una de las grandes sorpresas fue el segundo vestido de Meghan, el cual usó para la recepción. Este vestido de Stella McCartney no tenía nada que ver con los tradicionales y conservadores atuendos de una integrante de la realeza, así que aplausos por la «osadía».

El anillo

El anillo que llevó Meghan Markle durante la recepción es uno que perteneció a Lady Di. Este consiste en un zafiro azul claro en corte esmeralda, pero al estilo art decó. Este anillo fue un regalo que Lady Di se hizo a ella misma después de divorciarse del príncipe Carlos. Un símbolo de libertad, pues.

El príncipe

Cual cuento de la Cenicienta, el príncipe Harry visitó su uniforme militar. Estuvo acompañado del padrino, su hermano, el príncipe William (se vale decirle Guillermo), que también tiene carrera militar y llevó su uniforme de gala cual soldadito de pastel.

Los pajesitos

Este es un detalle sumamente importante, porque estos niñitos se robaron todas las cámaras. El príncipe George y su hermana Charlotte (que si nos sabes nada de la realeza, son hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton) fueron como una versión mini royal y pues, ¡ayuyuu!

El pastel

Para que nos lo saboreemos, fue un pastel de limón y flor de saúco que “incorporó los sabores de la primavera”, como dijo la propia chef pastelera Claire Ptak.

Ella  y su equipo de seis personas usaron 200 limones Amalfi, 500 huevos orgánicos de Sufflock, 20 kilos de mantequilla, 20 kilos de harina, 20 kilos de azúcar y 10 botellas de Sandringham Elderflower Cordial, y el proceso de horneado y decorado tomó unos cinco días en la preparación.

Los invitados

Hubo 600 invitados. La misa fue en la capilla de St. George en el Palacio de Windsor. Pocas veces se puede ver en una misma pachanga a personajes como George y Amal Clooney, David y Victoria Beckham, Oprah Winfrey; las actrices amigas de Meghan, Gina Torres, Abigail Spencer (excompañeras de reparto de Markle) y Priyanka Chopra.

Como dato curioso, y sin miedo a las supersticiones, fueron invitadas Chelsy Davy y Cressida Bonas, exnovias del príncipe Harry. O sea, bien modernos y maduros todxs.

Los Obama, que son muy amigos del príncipe, no fueron invitados porque se especula que hacerlo obligaba a invitar a los Trump. Y el actual presidente de Estados Unidos probablemente es un personaje poco grato para la familia real británica.

El ride

Para transportarse a la pachanga, el príncipe Harry y Meghan se subieron a un automóvil Jaguar modelo E-Type Concept Zero en color azul claro. El vehículo fue creado en 1968, pero adaptado para funcionar con energía eléctrica.

Ahora que ya te sabes el chisme del momento corre a servirte una taza de té, levanta el meñique y brinda por el amor de estos polluelos de la realeza.

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