La pizza es un gran lienzo para la imaginación; su sola forma –un círculo elemental– despierta la capacidad inventiva, dan ganas de no conformarnos con ella, de hacerle cambios y variaciones. Hay una fuerte presión para que no dejemos la pizza como está.
Olvídense de los puristas: la pizza es una invitación enorme a la libertad. Piensen en logros hermosos como la pizza hawaiana o la pizza de higo y queso de cabra. Mentes brillantísimas trabajan en modificar la pizza básica, para nuestro bien. Esta pizza, que nos llega vía la gente de Carolo, busca también la variedad. La encuentra en los acentos vagamente mexicanos del chipotle (con sus picantes notas ahumadas) y el aguacate, que agrega una mordida casi cremosa.
Antes de comenzar, asegúrense de tener una buena masa casera para pizza. No se preocupen, pueden encontrarla aquí; vayan, los esperamos. Esta receta es para una pizza bien grande; si no les cabe en la piedra o comal, hagan dos relativamente pequeñas.
Ingredientes
- 1 lata (800 gramos) de jitomates de San Marzano
- 1 chile chipotle en adobo
- Aceite de oliva, el mejor que puedan conseguir
- Sal de mar
- 210 gramos masa para pizza
- 220 gramos mezcla de quesos (recomendación: 1.5 partes mozzarella, 1 parte taleggio o similar, 1/3 parte parmesano; mantengan el parmesano separado)
- 75 gramos jamón de pavo, el mejor que puedan conseguir
- ½ aguacate (8 láminas)
Precalienten el horno a la máxima potencia. Coloquen dentro una piedra para pizza o un comal de barro, el más grande que encuentren.
Cuelen los jitomates (guarden el jugo para hacerse unos bloody marys); colóquenlos en la licuadora junto con el chipotle; licuen sin formar una pasta completamente suave. Agreguen un poco de aceite de oliva y sal, licuen un poco más. Prueben.
Recuerden que la salsa reducirá un poco durante la cocción, así que se concentrará su sabor. No abusen de la sal. Separen 90 mililitros de la salsa para esta receta; pueden refrigerar el resto una semana o congelarlo un par de meses.
Extiendan la masa de la pizza en uno o dos círculos (lo importante es que quepa cómodamente en la piedra o comal). Viertan la salsa de chipotle, extiéndanla a toda la pizza dejando un borde de 1cm. Añadan la mezcla de quesos, salvo el parmesano, por toda la pizza. Coloquen el jamón de pavo cortado en 8 piezas en lo que será cada rebanada.
Deslicen la pizza cuidadosamente sobre la piedra o comal, y horneen hasta que la base esté crujiente y el queso esté dorado.
Terminen con queso parmesano y una lámina de aguacate en cada rebanada de pizza.
Esta nota forma parte de nuestra alianza con la Revista Hoja Santa.
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