No es la primera marca que lo hace —y seguro no es la última—, pero sí merece el adjetivo “extraordinario” el hecho de que Zara haya decidido contratar a modelos entre 40 y 53 años para anunciar su ropa femenina, la cual desde sus inicios lo hace con niñas y jóvenes de piel lozana. ¿A qué se debe este cambio?
La excusa que usó Zara para sumarse a esta tendencia mundial de modelos atípicas por su edad (una forma de inclusión que ya han adoptado marcas como Tane, Céline o Yves Saint Laurent, y entre las low cost, Mango o Desigual) fue su campaña Timeless.
En ella, las modelos Kristina de Coninck (53 años) y Yasmin Warsame (de 41), explican en sus palabras cómo se gustan más ahora que hace 10 o 20 años y que “todo mejora con el paso del tiempo”, porque envejecer te da más confianza en ti misma, según explica la modelo polaca, Malgosia Bela, de 40 años en videos de esta campaña.
Mango fue más allá
Y justo cuando Zara anuncia que se ha alejado de la exclusividad de presentar modelos adolescentes en sus catálogos, Mango —su competencia directa— lo hace de nuevo… y con modelos aún mayores en su colección otoño invierno 2017.
La abismal diferencia aquí es que Mango incluyó a esta modelo como una más de las que promocionan la nueva mercancía. No es parte de una campaña especial, es simplemente la inclusión ya orgánica de una mujer que muestra con sofisticación sus canas y arrugas.
Cuando las marcas reconocieron quién las consume
La maravillosa Iris Apfel (quien recién cumplió 96 años el pasado 29 de agosto), decoradora de interiores e ícono de la moda en Estados Unidos ha probado que nunca se es demasiado vieja para triunfar… o para ser modelo, incluso de una marca tan famosa como Kate Spade.
La inclusión de modelos mayores de 40 o incluso de más de 60 comenzó en las firmas de alta costura. Esto obedece sí a la inclusión, pero también a una sencilla y honesta respuesta ¿quiénes son las que consumen sus marcas? La respuesta dista mucho de ser solo veinteañeras que no conocen el significado de canas y las arrugas.
Así lo entendió la firma de alta costura Doce&Gabbana, que para su campaña “Las nonne”, eligió a tres mujeres que podían ser perfectamente nuestras abuelas: con arrugas, senos grandes y nada firmes, poco maquillaje, pero eso sí, una sonrisa empática y mirada amorosa que solo se adquieren con la edad.
Este movimiento de llevar a mujeres mayores a ser las protagonistas en la moda tuvo su mayor impulso en 2011, cuando el fotógrafo Ari Seth Cohen, en su sitio Advance style, comenzó a subir imágenes de la extraordinaria elegancia, excentricidad, encanto, creatividad, ingenio y sabiduría de que representaban los adultos mayores.
Impulsado por su abuela y mejor amiga, Bluma, Cohen visibilizó esa elegancia que tienen ciertos adultos mayores y hacia la cual los jóvenes pueden sentir admiración y, por qué no, hasta inspiración. La idea no fue solo crear polémica, sino recordar que al tener más de 60 no desapareces para la moda y, a la vez, esa imagen trasciende la vestimenta y se transforma en un mensaje de “vive al máximo”, “vive como se te antoje y sé feliz”, dicho por él mismo.
Volviendo al caso Zara, la importancia de que una de las marcas low cost más famosas comience a sumarse a esta tendencia de inclusión es de aplaudirse, porque su mercado sí es mayoritariamente juvenil, pero también posee un gran mercado en mujeres que rondan el medio siglo.
Es simple, la hermana mayor de la casa Inditex tiene ya 42 años de vida, ¿no es lógico que sus fanáticas hayan envejecido con esta tienda de ropa?
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