En Malvestida siempre estamos a favor de que cada persona desarrolle su propio estilo de acuerdo a su criterio. Nos encantan los cabellos de colores, las sandalias con calcetines, la colisión de estampados sin sentido, el layering exagerado y demás ocurrencias que salen de lo tradicional. Sin embargo, también estamos conscientes de que hay cosas que simplemente no están bien, y muchas de ellas ocurren en un espacio de apenas pocos centímetros: las uñas.
Así que aprovechando que estamos en Halloween y las historias de terror están a la orden del día, reunimos esos diseños de manicure que con sólo mirarlos producen escalofríos.
Se recomienda discreción…
Uñas con suculentas
Las suculentas son amor, eso lo sabemos. Son la planta perfecta para la gente que no sabe cuidar plantas, porque no necesitan mucha luz, ni agua, y de inmediato transforman cualquier rincón en algo digno de una foto de Instagram. Y aunque ya hemos visto que se estas plantas se conviertan en joyería o centros de mesa, nada nos pudo haber preparado para que migraran a las uñas.
Así es, la marca australiana Arozona, especialista en suculentas, decidió llevarlas a otro nivel en un manicure. Afortunadamente, hasta el momento no hemos visto que esto se convierta en tendencia o se salga de control, así que puedes respirar con tranquilidad.
Uñas burbuja
Estamos seguras de que cuando Juan Luis Guerra cantaba sobre burbujas de amor, jamás imaginó que éstas se podrían convertir en una tendencia de uñas. El diseño tridimensional, también conocido como hump nails, se esparció como pólvora en las redes sociales en 2015.
Imaginamos que la gente que se animó a hacérselas lo hizo con la esperanza de estar a la vanguardia cuando todos los demás decidieran unirse al club de la burbuja. Pero no, eso no pasó, y la razón es muy sencilla: nadie debería andar por la vida con uñas con las que no te puedes rascar.
Uñas escorpión
¿Qué haces con un escorpión bebé que murió? Obviamente manicure. O al menos eso es lo que parece haber pasado por la cabeza de Rocío Vidales y Lupita García, las inventoras de este bizarro ritual en el que se “reciclan” insectos para llevarlos encapsulados entre capas de acrílico.
De México, para el mundo, señoras y señores. Y sí, sabemos que los escorpiones están muertos y disecados, pero no dejaría de darnos terror que unas uñas así estén cerca de nuestras partes privadas.
Uñas espiral
Sólo hay dos escenarios en los que estas uñas tienen sentido. 1) Que sean tan duras como para que puedan funcionar de saca corchos. 2) Que seas Brooke Candy y tu manifiesto de estilo no te permita conformarte con manicures tradicionales. Pero como ninguna de las dos opciones es viable, mejor abstenerse.
Y sí, todos esos dilemas existenciales que están pasando por tu cabeza en este momento, también pasaron por la nuestra.
Uñas con piercings
El temor más grande de una persona con piercings es que se le atoren en algún lado y ocasionen una tragedia. Ahora imagina llevar argollas en las manos, LAS MA-NOS, ese par de extremidades que utilizas básicamente para todo y que están en contacto con cosas enredables: llámese cabello, telas, espaguetis.
¡AHHHHH! Queremos llorar sólo de imaginar lo que podría suceder.