Presentamos nuestro libro «Existir Suavecito»

Lo que vivimos en la presentación de nuestro libro "Existir Suavecito" fue uno de ESOS MOMENTOS CANON que se quedan grabados para siempre. ¡Te contamos cómo nos fue!

¡Ayer fue un día épico! Presentamos nuestro libro «Existir Suavecito» y, sinceramente, no fue una presentación cualquiera. Olvídate de los eventos de libros que conoces y busca los pañuelos, hermana; esto fue algo totalmente diferente. Lo que vivimos ayer fue uno de ESOS MOMENTOS CANON que se quedan grabados para siempre.

La sede de esta presentación fue La increíble Librería, en la Ciudad de México. Este spot es un tesoro para quienes aman los libros, gracias a su selección que va más allá de lo convencional. Además de “Existir Suavecito”, tienen una colección de obras gráficas y artísticas súper amplia e inspiradora. ¡Visítala!

Librería La Increíble en Ciudad de México
Imagen vía Instagram @laincreible_condesa

¿Pero qué pasó o qué?

Empecemos hablando de lo más importante para nosotras: lxs asistentes. Su energía en el lugar fue electrizante: nos acompañaron seguidoras, colaboradoras, amigas y hubo nuevas caras que nos dieron la oportunidad de conocerles. Algunxs incluso se enfrentaron al tráfico de la Ciudad de México y la lluvia de agosto solo para estar allí.

Si asististe y escuchaste a las personas que nos regalaron sus sentires, sabrás que vimos a gente detener su trayecto en el transporte público al pasar por nuestra presentación. ¡Increíble!

Imagen: Santiago Galindo / Malvestida

Nos propusimos que este evento fuese, como todo lo que trabajamos para ti en este medio, una semilla germinadora de diálogo, un espacio seguro para compartirnos. Así que reunimos a personas esenciales en la existencia de este proyecto: Ale Higareda, nuestra directora y autora del libro; Paola Alín, periodista y editora ultra querida por esta familia y que además es coautora del trabajo; Maynné Cortés, ídola y lead del proyecto Laboratorio Afectivo y Marbella Figueroa, activista antirracista, podcaster, integrante de la colectiva Afrochingonas y profesional del maquillaje.

En un espacio bonito, en un momento tan único, rodeadas de tantas personas especiales que acudieron a nuestro llamado, no podríamos esperar que lo que sucediese fuese una plática de sofá. ¡Y lo que pasó fuera de las páginas es justamente el alma de nuestra publicación! Tras conocer un poquito de la estructura del libro (está escrito en tres capítulos que abordan la identidad, el éxito como narrativa que DEBE ajustarse a tu medida y el proceso necesario de reconciliarte con tu cuerpo) le entramos A LOS TEMAS.

Imagen: Santiago Galindo / Malvestida

Maynné Cortés: Desinvitamos al síndrome de la impostora

Comenzamos con una conversación poderosa con Maynné Cortés, quien se unió a «Existir Suavecito» para ofrecer su visión única. Durante la presentación, el panel compartió que todas, incluso ellas y en ese momento, han sentido el síndrome del impostor.

Revisamos esta sensación a través de una metáfora poderosa: Imagina que estamos en un tablero de ajedrez gigante donde las piezas están colocadas según las reglas de un juego que no elegimos. El síndrome del impostor es como jugar en un tablero donde constantemente te sientes fuera de lugar si te atreves a moverte en casillas que te dijeron que no son las tuyas.

Maynné nos explicó que esta sensación no es solo un desafío personal, sino una trampa estructural diseñada para proteger los privilegios de muchxs. Esto quiere decir que está alimentada y sostenida por categorías como la raza, la clase social, el género, etcétera. Ya sabes, eso que conocemos como ‘lo hegemónico’. Muchas veces, quienes ocupan la casilla de La Reina o La torre no necesariamente lo merecen. A veces están allí porque nacieron con una posición económica chida, son personas blancas, que se ajustan a las ideas de ‘lo normal’ o ‘lo bello’ que han persistido con el tiempo… y que queremos cuestionar. Cerramos el primer bloque de participación con la piel erizada. Maynné compartió su sentir, su pensar:

“incómoda, ansiosa, voy a ocupar ese lugar que se me dijo que no me pertenece. Aceptar que no todas tus experiencias van a ser felices y que algunos de estos movimientos de casilla vendrán acompañados de estas sensaciones es realista. Aceptar la experiencia de manera total, con sus luces y sombras es posible. Y lo hago porque sé que entre más personas ocupemos esos espacios que nos fueron negados, este puede ser un mundo mejor”.

Marbella Figueroa: Habitar nuestros cuerpos sin violencia

Una de las más poderosas ilustraciones de «Existir Suavecito», por cierto realizadas por la talentosísima ilustradora Alexandra Verdugo, representa a Marbella Figueroa. Su presencia es tan vibrante como la ilustración: Marbella es una mujer negra que porta con estilo un outfit bellísimo y colorido y sobre su piel hay un mapa en que de lejos parece una constelación; de cerca, un campo florido: son pequeños puntos de colores que ha trazado sobre su pecho. Su belleza y personalidad son una declaración frontal al mundo: está aquí para ser quien es. Una hojeada al libro que ayer presentamos nos permite reconocer que su presencia en la identidad gráfica de «Existir Suavecito» también es un statement: necesitamos representaciones diversas de cuerpos diversos.

Imagen: Santiago Galindo / Malvestida

Marbella está frente a nosotras, abierta y honesta para compartirse: es una poderosa voz del movimiento antirracista mexicano, pero no siempre fue así. Su historia personal está, en sus propias palabras, fuertemente marcada por la pandemia: esa sensación compartida de que todxs podríamos simplemente ser desvividxs por ese virus horrible, le animó a dar pasos adelante en una de sus obsesiones más maravillosas y constantes: el maquillaje. Y con ella se encendió también el fuego en la voz que hoy por hoy le permite ser un referente en la causa que defiende: el combate frontal a las violencias raciales y gordofóbicas:

“Estudiar maquillaje es muy caro. Recuerdo que una vez que superé los obstáculos económicos, gracias al apoyo primero de mis papás y luego de mi pareja, en una práctica el instructor nos pidió que las modelos no fueran ‘prietas, gordas y chaparras’. Y exploté, porque yo soy una mujer así”.

Marbella nos permitió el privilegio de la vulnerabilidad: “siempre pensé que el rollo del maquillaje estaba reservado sólo para “lxs bellxs… Merecemos habitar nuestros cuerpos sin violencia”. Y se lloró. Se lloró de una manera en la que pocos espacios lo permiten: en el abrazo de la colectividad, en la herida compartida que a muchas y muchxs de los asistentes nos atraviesa y en el abrazo empático de saber que somos muchas personas quienes nos estamos cuestionando cómo podemos existir en este mundo de una manera más tranqui, existir suavecito, pues.

¿Dónde podemos profundizar en estas experiencias?

Imagen: Santiago Galindo / Malvestida

Amix, podríamos seguir detallándote el minuto a minuto de esta presentación, que no fue en serio sino sólo la muestra de muchas cosas que están contenidas en este libro precioso. ¿Y si te das una oportunidad de conocerlo? Creemos que la suma de tantas experiencias, tan potentes y cercanas puede traer reflexiones bellas, rabiosas y necesarias a tu vida.

También puedes conseguir «Existir Suavecito» aquí:

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