Poliamor, anarquía relacional… Hablemos de relaciones no monógamas

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Alma gemela, media naranja, amor eteeeeeeeerno (punto extra si lo leíste al ritmo de Juan Gabriel). Las narrativas predominantes y normativas sobre el amor romántico —patrocinadas por Hollywood— nos han dicho que esta vida se trata de encontrar el amor en una sola persona. La realidad es que hay un amplio espectro en la forma de amar y crear vínculos sexoafectivos, por ejemplo, a través de las relaciones no monógamas (y sí, van más allá del poliamor o las relaciones abiertas).

Hablemos de la historia de Brenda. Hace tiempo, ella le propuso a un chico con el que salía abrir su relación. “Se me ocurrió decirle: ‘vamos a andar, pero que la relación sea abierta’ porque en mi imaginación pensaba que así no tenía que responderle, no íbamos a ser nada”. Lo que ella identificaba como una relación abierta no era más que el prejuicio que se tiene sobre ese concepto y otras formas de relacionarse fuera de la monogamia.

Entonces, ¿de qué se tratan las relaciones no monógamas? Vamos paso a pasito, hoy traemos un abc para quienes quieran saber (o probar) de qué va el poliamor, amar éticamente y todas las formas que existen para relacionarse.

Las claves del amortsssss y las relaciones no monógamas: amar éticamente, responsabilidad afectiva y consenso

Antes de comenzar a hablar sobre los tipos de relaciones y vínculos no monógamos que existen, hay algunos conceptos esenciales de los cuales partir: el amar éticamente, la responsabilidad afectiva y el consenso.

“hay muchas personas que no tienen ni idea de qué es el poliamor y piensan que nada más consiste en estar con muchas personas al mismo tiempo y no cuidar de ellas ni darles prioridad (…) Consumen cuerpos para satisfacer sus propias necesidades y ahí es cuando terminan violentando a las personas”

Karla Corona

Y aunque en esta vida no hay guías que apliquen para todas las personas, algo fundamental para reflexionar o preguntarnos —incluso si las relaciones no monógamas no son lo nuestro— es cuáles son nuestras necesidades eróticas y afectivas, y a partir de eso expresarlo de forma sincera y consciente a nuestras parejas o vínculos, dice en entrevista Karla Corona, productora del podcast y la comunidad Punk Relacional. Por supuesto, también escuchar lo que la otra persona desea y necesita.

«Mi vínculo»: la reivindicación de las relaciones poliamorosas y abiertas

Y es que “hay muchas personas que no tienen ni idea de qué es el poliamor y piensan que nada más consiste en estar con muchas personas al mismo tiempo y no cuidar de ellas ni darles prioridad (…) Consumen cuerpos para satisfacer sus propias necesidades y ahí es cuando terminan violentando a las personas”, comenta Karla.

Por eso, la honestidad, el consenso y el respeto son importantísimos para amar o relacionarnos éticamente, tener responsabilidad afectiva y no arrastrar con las violencias de las relaciones monógamas (ok, no todas).

¿De qué hablamos cuando hablamos de responsabilidad afectiva?

Hacemos una sección aparte para hablar de responsabilidad afectiva porque recientemente se ha popularizado y sí, también tergiversado su significado. Básicamente, este concepto se refiere a hacernos cargo de nuestras emociones.

“De repente se escucha el término de responsabilidad afectiva y dicen: ’ah, ya voy a ser así y seré empática’. Y lo dicen como si fueran fáciles las cosas, cuando en realidad son prácticas que toman años poderlas deconstruir y de todos modos hay que seguir reforzando siempre”, dice Maynné Cortés, psicóloga que dirige Laboratorio Afectivo.

«a mí me parece que el poliamor responde mucho mejor a esta necesidad de sentir que la práctica que estás teniendo es segura para ti y para las personas que están involucradas, que no es solamente decir ‘pues que cada quien haga lo que quiera’ sino es ‘que cada quien haga lo que quiera y luego nos sentamos platicamos y decimos cómo nos sentimos con eso’”

Andrea Natzahuatza

La responsabilidad afectiva es relevante en cualquiera de nuestras relaciones o vínculos, pero cobra otro nivel de complejidad en el caso de las relaciones no monógamas porque iniciar ese proceso de deconstruir nuestra forma de relacionarnos más allá de la monogamia puede ser “un proceso profundamente doloroso, incómodo, complicado y retador”, agrega. Pues básicamente es cuestionar al sistema predominante: la monogamia.

¿No monogamia?: te hicimos un glosario de maneras distintas de vivir el amor y el sexo

“Parte de tener relaciones responsablemente afectivas es dejar de decir ‘pues ya, no somos nada y como no somos nada, entonces no me tengo que hacer responsable de nada’ —dice Andrea Natzahuatza, directora y coordinadora de Abrazo Grupal—. Y en ese sentido, a mí me parece que el poliamor responde mucho mejor a esta necesidad de sentir que la práctica que estás teniendo es segura para ti y para las personas que están involucradas, que no es solamente decir ‘pues que cada quien haga lo que quiera’ sino es ‘que cada quien haga lo que quiera y luego nos sentamos platicamos y decimos cómo nos sentimos con eso’”.

¿Qué tipos de relaciones no monógamas hay?

Sí, amix, hay más de un tipo y para ello hablamos con Jaime Gama, el psicoterapeuta que está al frente del proyecto Gotitas de Poliamor para encontrar algunas definiciones:

  • Relaciones abiertas: donde hay exclusividad afectiva pero hay apertura sexual.
  • Relaciones poliamorosas abiertas: donde hay apertura sexual y afectiva.
  • Relaciones poliamorosas cerradas: donde hay exclusividad sexual entre los vínculos y apertura afectiva.
  • Relaciones cuasiplatónicas: donde se desdibuja la diferencia de amistad y de pareja porque hay actividades o acciones con cosas que suceden que son socialmente exclusivas para pareja: ir de la mano, tener hijes, vivir juntes, en las que se asume que tiene que ser con pareja, pero estas acciones se viven con quien se quiere pero sin identificarle como pareja o vínculo anclado.
  • Swingers: donde hay exclusividad afectiva pero existe un intercambio sexual entre parejas.
  • Relaciones poliamorosas jerárquicas: existen vínculos primarios, secundarios y terciarios; sobre estas, Jaime hace un especial énfasis en la falta de ética pues se le retira su agencia a las otras personas al ser unilateral la decisión por encima de los deseos y necesidades del otre.

¿Y los vínculos?

En las relaciones poliamorosas, Jaime explica que la palabra «vínculo» tiene que ver con la traducción de los conceptos en inglés.

«En inglés es el término partner, por lo que pasarlo al español empezó a complicarse hasta que comenzó a traducirse como vínculo. A mí me hace sentido desde como en el poliamor se generan redes», dice.

Sin embargo, tal como se describen los distintos tipos de relaciones no monógamas, existen distintos tipos de vínculos cuando de poliamor se trata:

  • Vínculos jerárquicos: Establecidos por una persona en círculos primarios, secundarios y terciarios.
  • Vínculos satélite: No son tan parte de tu vida pero sí están constantemente.
  • Vínculos ancla: La persona con la que imaginamos nuestros proyectos de vida, donde se navega juntes, la relación es el ancla.
  • Vínculos cometa: Tal como los cometas, llegan de pronto, es una fiesta maravillosa que de pronto puede terminar y todo está bien.

Acuerdos, siempre acuerdos

Cuando Brenda habla sobre su relación abierta, lo que más destaca de ella son los acuerdos que tiene.

“En mi caso, cuando iniciaba una relación monógama tradicional siempre daba por sentados los acuerdos, aún sin hablarlos, que había exclusividad sexual y que incluso es problemático salir con otros hombres, en mi caso que soy una mujer heterosexual y la construcción social que tenía detrás. Así que cuando inicié mi relación abierta comencé a desaprender y cuestionarme todo, a descubrir los consensos y construir juntos, teniendo claro lo que tú aspiras de esa relación.”

A esto, Andrea responde que parte de cuestionar el amor romántico y la monogamia está el hablar y tener claros los acuerdos que se establecen ante cualquier relación.

Y así como en toda relación (interpersonal, afectiva, erótica) deberían de existir acuerdos, las relaciones poliamorosas no quedan libres de ello, nos explica Maynné, pues dentro de la la responsabilidad afectiva también está entender que no todas nuestras necesidades se acoplarán a nosotres, por eso son tan necesarios los acuerdos.

Además, Karla agrega que precisamente el tipo de relación no monógama y el esquema debe ser acorde a las necesidades eróticas y afectivas de cada persona y esto se logra a partir de los acuerdos que tomes contigo y con la pareja o vínculo que tengas.

¡Sí hay comunidad!

Aunque las relaciones no monógamas no son recientes, hablar sobre poliamor y sobre todo, crear comunidad, tiene una historia que ha tomado fuerza en años recientes en México y Latinoamérica.

Por ello, les pedimos a Maynné, Andrea, Karla y Jaime que nos dieran algunas de sus recomendaciones para quienes comienzan a cuestionarse la monogamia y quieren relacionarse desde otras perspectivas:

Maynné: “Creo que lo más importante es entender, que si la no monogamia es algo que queremos explorar, va a tomar muchísima energía y muchísimo esfuerzo entonces. Es un proceso profundamente doloroso, incómodo, muy complicado y retador pues absorbe mucho tiempo, energía, esfuerzo e incluso dinero, entonces tienes que tener claro esto para replantearte tu forma de relacionarte y claro, entender que el poliamor no es para todo el mundo, que lo que siempre hay que cuestionar es la monogamia como sistema dominante.”

Podcast: Punk relacional y Coger rico, amar bonito
Talleres: Con Alicia Delicia y en Laboratorio Afectivo

Andrea: “Todos los problemas que le busques al poliamor, todos los vas a encontrar también en la monogamia. Ten en cuenta que el modelo para relacionarte no es el problema -porque todos siempre tendrán fallas- sino cómo y por qué nos acercamos y las decisiones que tomamos ya en él.”

Libros: El fin del amor, querer y coger de Tamara Tenenbaum
Talleres: Con Alicia Delicia sobre acuerdos, celos y modelos relacionales

Karla: «No importa lo que te diga la sociedad, todas las personas tenemos necesidades emocionales y eróticas distintas. Está bien sentir, querer y amar a varias personas al mismo tiempo y nos podemos relacionar de la forma en la que queramos, siempre y cuando no dañemos a terceros. Ser muy críticos con lo que leemos y desde dónde está escrito.”

Libros: Pensamiento monógamo, terror poliamoroso de Brigitte Vasallo; Ética Promiscua de Dossie Easton y Janet Hardy; Libres de Noemí Casquet
Podcast: Gotitas de poliamor y Poliactivismo

Jaime: «La urgencia no es tu amiga: el proceso de explorar un nuevo modelo relacional toma tiempo. Lo segundo es que busques una red, no estás sola, solo, sole; hay que vivir un duelo por el modelo en que antes nos relacionábamos. Lo tercero es que si algo te duele o te lastima en el proceso hay que detenerse para evaluar si estás preparade o liste.»

Libros: Multiamory y Polysecure de Jessica Fern

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