Si te has preguntado cómo puedes ser antirracista y contribuir aunque no seas una persona racializada, estas son 5 ideas para empezar.
Muchas personas se acercan a mí para preguntarme cómo participar en la lucha antirracista si no son personas racializadas: ¿qué pueden hacer?, ¿cómo les toca contribuir?
Yo creo que el antirracismo nos compete a todas las personas, ya que las prácticas políticas (como dice mi amiga Ciguapa) tienen que ver más con lo que una hace que con lo que una es o cómo se ve.
Si bien es cierto que para acabar con el racismo no existe un manual de pasos a seguir o un decálogo del buen activista antirracista, esta vez quiero compartir con ustedes algunos propósitos antirracistas para este año que comienza.
Propósitos que, más que todo, son pequeñas acciones que cualquier persona interesada puede realizar de forma cotidiana, constante y sincera.
Cómo ser antirracista: 6 sugerencias
Infórmate de la mano de activistas en redes
Existen muchas personas racializadas que han hecho de las redes sociales un espacio de formación e información: constantemente comparten recomendaciones de lecturas, música, cine, teoría, etc.
Los discursos de odio predominantes en internet pueden combatirse si haces comunidad con estas personas, quienes publican acerca de sus procesos de lucha y resistencia.
Dale follow en redes como Twitter o Instagram a los perfiles de colectivos/as de personas negras e indígenas, de trabajadoras sexuales o de grupos de disidencia sexual.
Si puedes, paga
Por lo general, este tipo de activistas organiza espacios de formación y debate gratuitos. Sin embargo, si está dentro de tus posibilidades, puedes reconocer con remuneración económica el tiempo y esfuerzo que lleva organizar, escribir, editar, exponer y presentar reseñas de libros, pensamientos propios, poemas, escritos, podcasts, videos, infografías e ilustraciones.
Si no sabes cómo hacerlo, ¡pregunta! Pídele su número de cuenta, PayPal, Patreon o wishlist a quienes quieras remunerar.
Lee y participa en grupos de estudio/círculos de lectura
La lectura de textos históricos y teóricos sobre racismo es imprescindible. Leer textos escritos por personas racializadas nos ayuda a entender que la historia no es única ni universal.
Y el ejercicio enriquece aún más si se hace en conjunto. Trata de participar en grupos de estudio o círculos de lectura en donde puedas exponer tus dudas e inquietudes, sin juicios.
Pero, sobre todo, escucha y aprende de lo que los demás tienen que decir sobre el tema. Estoy segura que te vas a sorprender, porque nadie hace la misma lectura del mismo texto.
No compartas contenido explícito
La indignación que despertó el asesinato de Geroge Floyd en gran medida se debió a que fue grabado en video y compartido en las redes sociales. Cada vida que es restada de forma violenta debería despertar la misma indignación, sin la necesidad de ser televisada.
Evita compartir imágenes atroces para denunciar la violencia racista, pues revictimizan, alimentan el morbo y niegan la dignidad de las víctimas y sus familias.
Señala los comportamientos violentos
El racismo está tan interiorizado en la forma en la que hablamos, en los chistes, en los memes, en las películas y telenovelas que para hacer conciencia de la magnitud del problema a veces necesitamos de otras personas.
Muchas veces, gente que queremos puede hacer comentarios racistas sin intención de lastimar a nadie ni ofender. En esos casos, puedes señalarle a la persona con la que hablas que lo que está diciendo violenta a una comunidad en concreto y explicarle por qué.
Reconoce tu comunidad
En la medida de tus posibilidades, trata de reunirte con otras personas y generar espacios de encuentro (ya sean virtuales o presenciales).
Puedes empezar por identificar una problemática en tu colonia, tu calle o escuela y tratar de resolverla en comunidad. Recuerda que es un proceso de escucha y toma de decisiones en colectivo, por lo que habrá conflicto, tensiones y contradicciones, pero también una satisfacción muy grande.
El camino del antirracismo no es tan complicado como parece. Se trata de practicar y de generar soluciones conjuntas.