Hablamos con Ariel Serrano acerca de son, perreo consciente y representación trans

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Entrevistamos a Ariel Serrano, cantante trans oaxaqueña que quiere conservar las lenguas originarias y crear reggaetón con conciencia.

El mundo está lleno de estereotipos, y si de algo estoy segura es de que están ahí para romperse.

Por eso es tan bonito encontrarse a personas como la oaxaqueña Ariel Serrano. Ella no solo es una cantante trans que ha logrado posicionarse en el cerrado mundo de la música tradicional mexicana, también planea combatir el machismo en el reggaetón con más reggaetón… y hacerlo en zapoteco.

Como nos contó Ariel, la música es un bálsamo en su vida, la salvó en los momentos más difíciles y por eso decidió dedicarse a ella y fundar un colectivo que busca unir a personas a través del sonido.

Su nombre, como sus músicos, han ido cambiando, ya que su intención es que cualquier pueda unirse. Actualmente se llaman Ariel y su Venadito Son y nos acercan a las lenguas originarias de nuestro país a través de su música.

Estos meses están preparando su primer sencillo, con un beat de reggaetón que seguro nos hará mover nuestra cuerpecita.

Celebrar tus raíces para rescatarlas

¿Cómo es que te decidiste a cantar música tradicional mexicana?

Cuando un día escuché “La llorona” de Chabela Vargas me encantó, me atrapó, y de ahí nació el interés.

Creo que ya hay muchos exponentes en otros géneros como el pop, pero muy pocos en la música tradicional mexicana, por lo menos en la comunidad LGBT.

Es un reto porque es una escena muy cerrada y tradicional. Sí llegué a pensar que me iban a discriminar y hacer burla. Los soneros normalmente son familias que se pasan la tradición de generación en generación y yo la verdad no tenía nada de eso, ni siquiera soy una mujer cis.

Pero para mi sorpresa me acobijaron y se portaron súper bien. He tenido el apoyo de muchos maestros dentro del son tradicional en especial de Lila Downs.

¿Cómo ha sido acercarte a los idiomas originarios de nuestro país a través de la música?

El interés realmente nació por mi guitarrista. Él es oriundo de Tlaxiaco, Oaxaca, que es la sierra alta, y me motivó a buscar letras, poemas, y maestros que me enseñaran mixteco, zapoteco y yuc.

Ellos nos recomendaron canciones y nosotros les hicimos arreglos nuevos y las agregamos a nuestro repertorio.

¿Ha sido difícil cantarlas?

Un poco, porque yo no hablo las lenguas. Eso es una pena, estaría padrísimo hablarlas fluido, pero las he aprendido fonéticamente e intento que la pronunciación sea correcta. Ha sido muy lindo y didáctico.

Son hermosas y se deben de preservar o van a desaparecer, eso me dijo un maestro zapoteco. Si no se hace algo para que lo hablen niños y jóvenes, va a ser un idioma de ancianos.

Por eso quiero llevar esta propuesta a mucha gente y también a espacios de diversidad sexual. Aunque ahí ha sido muy raro porque me he encontrado con discriminación. He llevado mi propuesta a espacios LGBT pensando que me van a aceptar y pues no. Solo quieren un show drag o de lipsynch. ¿Ir a cantar con mis músicos? Imposible.

De todas formas es muy lindo que mi público principal sean familias, abuelitos, padres, hijos. Yo pensé ser más alternativa pero terminó siendo más familiar. 

La música como forma de resistencia

¿Qué retos existen específicamente en México para una mujer trans que quiere dedicarse a la música?

El machismo. Si una mujer cisgénero tiene retos en la música, una mujer trans peor, porque también viene la transfobia y el odio. Por suerte, yo no me he topado con una situación de violencia directa, pero sí me he encontrado con personas que no respetan mi identidad o mis pronombres.

Somos el segundo país con más muertes por transfobia, el primero es Brasil y luego México. Nuestra esperanza de vida es de 37 años cuando la de alguien cis es de aproximadamente 70.

¿Cuál es la importancia de la representación trans en el arte, en especial la música?

Es algo muy importante porque nos está dando visibilidad. En medios, en revistas y en el cine. Y aunque ha surgido odio a partir de eso, también se han puesto las cosas sobre la mesa. Hemos sido invisibles mucho tiempo, y pues aquí estamos, sí existimos.

Que ya haya representación en tantas áreas se me hace muy positivo. Que la gente vea que somos fuertes y que podemos estar en cualquier trabajo. Tenemos la preparación y la capacidad.

Quiero sembrar esa semillita para que alguien me vea y diga: “ella está ahí, sí se puede y podemos dedicarnos a lo que nos gusta.”

Lo que viene…

¿Cómo podemos apoyar a que se visibilicen y crezcan proyectos como el tuyo?

Primero que nada consumiendo nuestro trabajo, porque sí, están bonitos los likes, pero que compren nuestra mercancía, nuestros discos, nuestros sencillos digitales ayuda muchísimo.

También apoyarnos de una manera tal vez intangible, unas palabras de aliento siempre nos hacen sentir la solidaridad y el apoyo.

Algo que tengo bien claro es que tener a alguien que siempre esté ahí y te motive, ayuda a que una persona en situación vulnerable no caiga en escenarios de riesgos.

¿Qué es lo siguiente que escucharemos de Ariel y su Venadito Son?

Ahorita estamos trabajando en lo que va a ser nuestro primer sencillo. Queremos sacar temas originales que hablen sobre la vida y sobre nuestra propuesta.

El primero es un reggaetón con una base de urbano y con armonías del son tradicional. Quisimos que tuviera una letra que hable de lo violentas que pueden ser las letras del reggaetón. Un anti-reggaetón con reggaetón y con un coro en zapoteco. Para perrear con conciencia.

Si como nosotras ya muereees por escuchar este reggaetón consciente, aquí te dejamos las redes sociales de Ariel Serrano para que no te pierdas nada de su increíble propuesta.

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