La moda en el cine mexicano. 8 películas que no te puedes perder.

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El cine nos ha dado increíbles momentos fashionistas y la industria en nuestro país no es la excepción. Aquí te contamos algunos de los personajes y escenas más icónicas de la moda en el cine mexicano.

Por: Amira Ortiz Azuara.

En el imaginario colectivo de nuestro cine existe especial añoranza por la época de oro: entre los años treinta y los sesenta del siglo XX.

En ese tiempo recibieron su título de divas estrellas como María Félix, Dolores del Río y Silvia Pinal. Conocidas por su extraordinaria belleza, definieron al cine mexicano como uno en el que el vestuario y el arreglo ostentoso era básico.

El Día Nacional del Cine Mexicano se celebra el 15 de agosto, para recordar la primera función para público general en nuestro país y con ese pretexto te recomiendo 8 películas que muestran la evolución de los estilos en el cine nacional y a sus muy fashionistas protagonistas.

Protagonistas que marcaron la moda en el cine mexicano

María y Magdalena en La otra (1946)

La mayor diferencia entre las gemelas María y Magdalena, encarnadas por Dolores del Río, está en su posición social. La primera sobrevive de su salario como manicurista y la segunda, viuda reciente, disfruta de los millones que dejó su marido.

Magdalena, que pronto reniega de los «trapos» del luto, disfruta del lujo y de lucir las mejores telas. La cinta incluso dedica una secuencia en la que la gemela glamurosa se viste ante el clóset repleto, y abierto de par en par, frente a la hermana con menos suerte. 

Un asesinato, un suicidio y el círculo sin fin de la mentira envuelven esta historia dirigida por Roberto Gavaldón, uno de sus directores más prolíficos de la época de oro.

Disponible en Filmoteca UNAM

Soledad en Una cita de amor (1958)

Antes de ser la rubia más famosa del cine mexicano, una castaña Silvia Pinal protagonizó una de las cintas más reconocidas del famoso Emilio «El Indio» Fernández.

Pinal fue Soledad, la hija de un terrateniente enamorada de un joven campesino. Un romance condenado, pues el padre de ella busca despojarlo de sus tierras.

La inocencia del primer amor se refleja en el rostro reluciente de la joven, en la cabellera suelta, en los vestidos ligeros de manga al hombro. Después, la desgracia la encontrará vestida de gala y con el cabello recogido.

En el momento climático de la cinta, en un intento por recuperar las añoranzas del pasado, la protagonista deja el negro para utilizar un hermoso vestido blanco. La escena de su arreglo es bellísima e igualmente trágica. 

Disponible en Filmin Latino

Olga Lang en La estrella vacía (1960)

El avión en el que viajaba la gran actriz Olga Lang (María Félix) está desaparecido. A la espera de la confirmación fatídica, la cinta hace un recorrido por el camino al estrellato de la figura.

En esta ficción, una de las películas más olvidadas de la Doña, el gran valor del vestuario recae en los paralelismos con la propia Félix: las prendas de Dior, Balenciaga y Patou pertenecían a su clóset personal, e incluso podemos ver a cuadro un que vestido utilizó en una de sus bodas.

Pero en la intimidad y en su soledad, la ropa de la protagonista presenta el estilo más discreto y hasta cómodo de esta diva del cine nacional, con pantalones cortos, camisas, pañoletas, zapatos bajos y cierta predilección por el blanco y el negro.

Berenice en La pasión según Berenice (1975)

Una quemadura marca el rostro y el destino de Berenice (Martha Navarro). Refugiada en la casa de su vieja madrina, esta joven viuda sigue las convenciones que exige el catolicismo arraigado.

Pero pequeños detalles revelan la persona que es. Por ejemplo, el atuendo negro que viste para recibir los santos óleos está adornado por una cadena dorada y pañoleta en azul eléctrico a la cintura.  

Morirás por tener en tu clóset sus vestidos blancos y las prendas en gamas de beige, siempre acompañadas por un conjunto de aretes y collar dorados, y botas a la rodilla.

Disponible en Retina Latina

Flavia y Verónica en Veneno para las hadas (1984)

El maestro del cine de terror, Carlos Enrique Taboada, entregó su última película en una década oscura del cine mexicano.

Se despidió a lo grande de un país e industria en crisis con una dupla de niñas de rostro angelical, en una historia donde la fantasía y la realidad se suplantan.

Verónica (Ana Patricia Rojo) envuelve a Flavia (Elsa María Guitérrez) en sus relatos y rituales de brujería. Los adultos sin rostro que las rodean alimentan o ignoran el juego que escala a la tragedia.

Sus vestidos llevan olanes, encajes, listones, moños y colores pasteles, siempre acompañados de calcetas blancas y zapatos negros. Un contraste con los ambientes oscuros donde Verónica busca reafirmar su identidad como “bruja”.

Adelaida en Serpientes y escaleras (1991)

Ambientada en el Guanajuato de los años cuarenta, la cinta de la directora Busi Cortés nos muestra la relación entre dos amigas de la infancia.

El vestuario en esta historia refleja estatus y poder, eso que Gregorio (Héctor Bonilla), el padre voluble, el esposo infiel y el aspirante a gobernador, tanto busca expandir. Adelaida (Diana Bracho), su esposa, tiene el papel de trofeo. Solapa engaños y humillaciones públicas por mantener las apariencias.

En un momento en el que Adelaida parece considerar otro escenario para su vida, el arreglo es lo que la impulsa. La mujer visita un lugar donde nadie la identifica como madre o esposa. Vestida de negro, con guantes, un tocado y un collar de perlas, la protagonista es ella. Ahora es ella la que la observa.     

Disponible en Retina Latina

Yéssica y Miriam en Perfume de violetas (2000)

Yéssica (Ximena Ayala) y Miriam (Nancy Gutiérrez) son opuestas. En esta relación extrovertida/introvertida el maquillaje no solo es una forma de expresión, sino un medio para la conexión entre dos jóvenes amenazadas y condenadas por su entorno.

Miriam brinda un lugar seguro y Yéssica responde a los cuidados al pintar el rostro de su amiga, hasta que ella misma sea la autora de su estilo. Un despliegue de brillantina, accesorios de color neón, peinados que marcan el límite entre la infancia y la adolescencia y uniformes de secundaria. 

No es casualidad que estas dos quinceañeras representen a un entorno socioeconómico distinto a la gran mayoría de esta lista. La cinta dirigida por Maryse Sistach llegó con el nuevo milenio y la consolidación, iniciada en los noventa, de lo que hoy conocemos como el “nuevo cine mexicano”.

Disponible en Filmin Latino

Sofía en Las niñas bien (2018)

La primera imagen que abre la cinta presenta a Sofía (Ilse Salas) contemplándose al espejo. Es una mujer adinerada que reafirma su lugar, algo de lo poco que puede controlar, en la imagen: la fiesta más elegante, la membresía del club, el auto de último modelo y el vestido nuevo comprado en el extranjero.

El trabajo de Annai Ramos en el diseño de vestuario recrea la moda de la burguesía de la época con claras influencias a la imagen de Lady Di con marcas como Chanel, Gucci y Cartier.

Un estilo opuesto al de Ana Paula (Paulina Gaitán), la nueva esposa adinerada que busca insertarse en el círculo de Sofía y sus “niñas bien”. La transformación de ambas, reflejadas en la evolución de sus atuendos, hablan del trabajo a detalle de Alejandra Márquez Abella, guionista y directora de la cinta-

Disponible en Cinépolis Klic

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