Las feministas luchamos por aborto gratuito, seguro y legal. Hoy te contamos por qué debe cumplir estas características y cuál es el papel del Estado.
La discusión sobre el aborto vuelve a estar presente en México después de que se discutieran nuevas propuestas en San Luis Potosí y Guanajuato este mes de mayo.
Al llenarse las redes sociales de pañuelos verdes para apoyar la despenalización, también surgen muchas preguntas acerca de lo que pretende el movimiento feminista.
Por ejemplo, hay una frase muy usada que dice que el aborto debe ser legal, seguro y gratuito. Hoy te contamos qué significan estos adjetivos.
Aborto legal
Es verdad que pueden hacerse abortos clandestinos que son seguros, como nos platicó Morras Help Morras cuando hablamos de abortos durante el encierro por Covid-19.
Sin embargo, el que el aborto no sea legal complica el poder obtener el misoprostol para el aborto con pastilla, ya que en muchos estados se requiere receta.
Y, claro, la ilegalidad hace que el acceso sea diferenciado. Las mujeres con más información son las que tienen contacto con grupos que pueden asesorarlas para tener un aborto seguro.
«Que sea legal implica el reconocimiento por parte del Estado de que decidir sobre nuestros cuerpos es nuestro derecho y hay regulaciones claras para el acceso, además de apoyar a que nadie sea criminalizada», nos cuentan en la organización Balance A.C, que busca que mujeres y adolescentes puedan tomar decisiones libres sobre su salud y su cuerpo.
Aborto seguro
La OMS considera que un aborto no seguro es el que se realiza por personas que carecen de las habilidades necesarias o en un entorno carente de estándares médicos mínimos.
De acuerdo con la organización, entre 2010 y 2014 se realizaron 25 millones de abortos sin condiciones de seguridad. Y según el Instituto Guttmacher, más de 22.000 mujeres y niñas mueren cada año después de realizar un aborto no seguro.
Aún si una mujer sobrevive a un aborto inseguro, podría ser hospitalizada y tener complicaciones de por vida.
El aborto es un procedimiento generalmente seguro cuando es realizado por personas que están capacitadas para administrarlo y se usan medicamentos o aspiración intrauterina, los dos métodos que recomienda la OMS.
Estas muertes y hospitalizaciones pueden evitarse con capacitación para el personal médico y en un marco de legalidad.
Aborto gratuito
Este es quizá el punto más polémico: si el aborto es una decisión individual, ¿por qué tendría que garantizarlo el Estado y ofrecerlo de forma gratuita?
Porque, además de ser un evento en la vida de una mujer, también es una cuestión de salud pública.
«Acceder a aborto seguro, gratuito y legal es parte de nuestro derecho a la salud», me explicaron en Balance.
Además, la organización agrega que «de esa manera garantizamos que todas podamos acceder sin importar los recursos económicos con los que contemos, considerando la justicia social como algo fundamental».
Abortar es un evento que es parte de la salud sexual y reproductiva de las personas con útero, lo mismo que el embarazo o la histerectomía, que sí se ofrecen en clínicas públicas.
En 2018, un grupo de expertos de la ONU concluyeron que: “Los Estados de todo el mundo deben actuar ahora para despenalizar el aborto y hacer todo lo posible para garantizar que las mujeres y las niñas tengan derecho a tomar sus propias decisiones sobre el embarazo”.
También declararon que “las preocupaciones sobre el aborto inseguro deben abordarse a través de la salud pública, la negligencia médica relevante y las leyes civiles”.
Es decir, no solo debe haber leyes que protejan a las mujeres y despenalicen la interrupción del embarazo, también debe existir una estructura de salud pública que, en la práctica, permita que las mujeres aborten.
Así que ya sabes, a esto se refiere la consigna y por lo que las feministas luchamos para que el aborto sea ley en todo el mundo.