¿Tienes un lipstick de Kylie o una base de Fenty? Nuestras cosmetiqueras están cada vez más llenas de productos creados por alguna celebridad. No es casualidad, pues se espera que la industria global de la belleza alcance un valor en el mercado de 805.61 billones de dólares para 2023.
Las famosas han sabido capitalizar su visibilidad y muchas han convertido su nombre en una marca súper lucrativa. El mejor ejemplo es Kylie Jenner, quien es consideraba por la revista Forbes como una de las multimillonarias más jóvenes, incluso por encima de Mark Zuckerberg.
Pero Rihanna no se queda atrás, pues Fenty Beauty no solo llegó al mercado con un packaging minimalista y hermoso, sino que también innovó al ofrecer cuarenta tonos distintos de base.
La Pro Filt’r Soft Matte Longwear rápidamente se convirtió en una favorita, con ganancias de 500 millones de euros en su primer año. Hace unas semanas, Fenty lanzó otra fórmula, ahora para pieles secas, y aunque no «rompió el internet» como la anterior, también fue muy bien recibida.
De perfumes a marcas de maquillaje
Ver celebridades convertidas en empresarias no es nada raro. Quizá esta tendencia la inició Elizabeth Taylor, quien a principios de los 90 lanzó su perfume White Diamonds, que muy probablemente vivía en el tocador de tu mamá o de tus tías. En los dos miles le siguieron todas las famosas, desde Britney hasta Paris Hilton.
Ahora, todo se trata de maquillaje, y entre marcas propias y colaboraciones parece que ya todas tienen al menos un lipstick a su nombre. Las más nuevas en el club son Selena Gómez y Millie Bobby Brown, pero detrás de ella hay una larga fila de nombres como Jennifer Lopez, Victoria Beckham, Jessica Alba, Kim Kardashian, Miranda Kerr, Mary Kate y Ashley Olsen, Lady Gaga, Katy Perry y Drew Barrymore.
Vender productos es una estrategia muy rentable para ellas, porque su fama casi les garantiza el éxito. Además, la mayoría de estas marcas van dirigidas a públicos jóvenes que se sienten identificados con el hype de los cosméticos y están dispuestos a gastar su dinero en el producto de moda.
Las redes sociales son clave
La mayoría de las marcas de maquillaje de famosas se posicionan como objetos de deseo muy aspiracionales, que te provocan una sensación de cercanía o un punto en común con tu celebridad favorita.
Las redes sociales han sido una plataforma de marketing gratuita, que les ha funcionado como un estrategia de venta en las que las celebridades pueden lograr un vínculo con sus seguidores y crear un una comunidad muy fuerte.
Eso sí, los fans son personas cada vez más informadas, que saben distinguir entre productos que son especiales y los que solo llevan el nombre de una celebridad.
Por ejemplo, aunque los little monsters de Lady Gaga suelen ser muy entusiastas, la marca Haus of Gaga no tuvo un lanzamiento muy exitoso, en parte porque la cantante eligió Amazon como único punto de venta.
Por otro lado, Flower Beauty, la marca de Drew Barrymore, ha logrado posicionarse por su calidad y no depende tanto del nombre de la actriz para sus ventas.
No parece que esta tendencia se vaya a ir a ninguna parte, así que si tu celebridad favorita no ha sacado su propia marca, puede que sea solo cuestión de tiempo.