Una simple barra de metal ha logrado unir a deportistas, bailarinas y celebridades por igual. Antes de que FKA Twigs nos sorprendiera con «Cellophane», muchas mujeres ya habían dado suficientes giros y las más impresionantes piruetas para hacer de esta una disciplina que por fin está recibiendo el respeto que merece. Tanto así que el pole dance ya se convirtió en un deporte oficial y pronto podría estar en los Juegos Olímpicos.
Baile de diosas
Los sumerios nos legaron el primer manual de medicina del mundo, las bases de la aritmética y los primeros bailes de striptease. La leyenda cuenta que Inanna, la diosa del amor, bailó sensualmente y se quitó una prenda o joyas en cada una de las siete puertas que cruzó para encontrar a su amante, Dumuzi. La historia tiene parecido con la «danza de los siete velos» incluida en la Biblia, por lo tanto podemos concluir que se trata de un baile de diosas.
El pole como lo conocemos es una mezcla del palo chino, que más que baile, era acrobacia, el palo indio “Mallakhamb” y toda clase de ritmos exóticos. De la divinidad pasó a un espectáculo de carpa, hasta convertirse en un oficio clandestino que no era respetado. Fue hasta 1994 que Fawnia Dietrich dio la primera clase abierta para todo público: había surgido la primera escuela formal de pole dance del mundo.
Mujeres al frente
Su aparición en medios también se ha transformado. En 1999 Dr. Dre, Snoop Dogg y otros raperos lanzaban rimas en el video de «The Next Episode«, en el cual aparecen strippers y bailarinas de pole solo como adorno.
Actualmente, esos bailes han pasado al frente y las mujeres tienen un papel protagonista: Rihanna hizo lo propio con «Pour it Up», Diplo con Lazerdisk Party Sex en «Set It Off», Britney Spears en Gimme More, Beyoncé en «Partition» y más recientemente Cardi B, quien en su video «Money» rinde homenaje a sus días de stripper, oficio que según la cantante la ayudó a escapar del abuso que sufría en su relación.
Tampoco olvidemos el ya mencionado video de «Cellophane» de FKA Twigs. La cantante además usa Instagram para presumir sus habilidades atléticas, incluyendo por supuesto el pole.
Próximamente el pole llegará nuevamente al cine, ya que será parte clave de la trama de Hustler, donde Lizzo, Jennifer López, Keke Palmer y Constance Wu serán pole dancers que se unen para estafar a hombres de Wall Street, empleando sus movimientos en tubo como una de sus armas para atraer a sus adineradas presas.
Rutina olímpica y ejercicio que empodera
El pole dance requiere equilibrio, fuerza y gracia es un verdadero reto para el cuerpo, convertirlo en deporte olímpico también lo fue.
Katie Coates, presidenta de la Federación Internacional de Deportes de Pole Dance fue quien creó una petición en línea para elevarlo a la cima del deporte. Por este atrevimiento recibió duras críticas y ataques, amenazas telefónicas, gente que le escupió en la cara por promover algo “asqueroso”.
Sin embargo, la petición recolectó 10 mil firmas regadas por distintas zonas del mundo, el primer campeonato mundial de pole se celebró en 2012 y que en 2017 inició el proceso para ser considerado un deporte olímpico, con lo que Coates se uniría a las mujeres que han hecho historia en los Juegos Olímpicos.
Por si fuera poco, este deporte es incluyente: lo practican personas de todas las tallas, géneros y tipos de cuerpo. Por ejemplo está la bailarina plus size Eda Marbury, así como Erin Clark y Deb Roach, mujeres con discapacidad que también dominan el tubo.
El pole dance siempre ha sido no solo un escaparate de sensualidad sino también una muestra de la capacidad atlética de quienes lo practican, ya sean bailarinas que lo hacen para ganarse la vida o deportistas que llegan a los Juegos Olímpicos. Y todo apunta a que seguirá seduciendo a todo tipo de cuerpos por largo tiempo.