Todo el tiempo tocamos otras vidas con nuestras acciones y emociones, y las de nuestros animales de compañía no son la excepción.
Los perros pueden percibir a la gente “mala” y conocer nuestros estados de ánimo, aún más, pueden sincronizarse con ellos para bien y para mal, así que piensa muy bien si quieres transmitirle todo el estrés que generas en el mundo Godín a ese lomito que te espera y recibe como si fueras la mejor persona del mundo.
Angustia perruna
Un nuevo estudio publicado por Scientific Reports indica que, efectivamente, cada perro se parece a su dueño, especialmente en cuestiones de estrés.
El reporte examinó los niveles de cortisol, la famosa hormona del estrés que nos desgasta y hace subir de peso. Esta fue medida en muestras de cabello tomadas de los dueños y sus canes: 25 border collies y 33 perros pastor de Shetland.
Los resultados mostraron una «correlación interespecífica significativa en el estrés a largo plazo», es decir si vives con el estrés a tope, tu perro también.
Todo perro se parece a su dueño
Lina Roth, la etóloga que dirigió el estudio en la Universidad de Linköping en Suecia, declaró que esta es la primera vez que se aprecia una sincronización a largo plazo en los niveles de estrés entre miembros de especies diferentes, esto debido al fuerte lazo establecido entre humanos y perritos.
Además influyen ciertos factores como: el tiempo que los animales pasan solos; si tienen espacio para correr y jugar, más el tiempo de actividad física. Otro dato interesante es que la personalidad del perro no impactaba los niveles de cortisol, pero la de quién lo posee sí.
Además de las muestras, los participantes respondieron a las preguntas del inventario de personalidad de Big 5 y aquí es donde viene lo bueno: los investigadores encontraron que los rasgos de personalidad como neuroticismo, conciencia y apertura estaban estrechamente correlacionados con los niveles de cortisol de los propietarios.
Un fuerte vínculo con beneficios
El reporte señala que todo lo anterior se debe a que los humanos con altos niveles de neurosis forman un vínculo intenso y estrecho con sus perros, por lo que –en mayor medida que otras personas– se apoyan en sus compañeros caninos y vicerversa.
Así que sé la persona que tu perro quiere que seas, aprende de su lealtad, amistad y alegría por las cosas simples. Paseen juntos, jueguen y hagan otras actividades que los liberen a ambos del estrés.