Marian Ruzzi nos lleva en un viaje musical con su ‘Nave Especial’

Compartir

Marian Ruzzi es una de esas artistas que crea por necesidad biológica. Se nota enseguida que la música le es tan natural, que no puede resistirse a ella.

El día que la conocí, lo primero que hizo después de saludar, fue fijar la mirada en un bonito piano amarillo que estaba en el café donde nos vimos. ¿Estará afinado?, me dijo. Obviamente no aguantó la curiosidad y fue a verificarlo, tocó algunas notas y regresó a la mesa satisfecha.

La contacté para saber más detalles del lanzamiento de su primer álbum, una compilación de 10 canciones que lleva escribiendo desde los 22 años (ahora tiene 30), y que saldrá a la luz el próximo 11 de noviembre.

“Fue un proceso lento, pero de mucho aprendizaje; sabía qué quería, pero dependía del tiempo de alguien más para hacerlo. Fue hasta que co-produje a Vanessa Zamora que aprendí a grabar y a editar. Mi segundo disco lo haré más rápido”, comparte.

https://www.instagram.com/p/Bm33P_lBnIG/?taken-by=marianruzzi

Decidiendo su camino…

Marian creció en Chihuahua rodeada de un ambiente muy musical; su papá es un contador melómano amante de Los Beatles y su mamá fue quien le contagió el amor por el piano, instrumento que toca desde los 10 años. 

“Mi mamá, en paz descanse, tocaba bien bonito; ella era mi maestra, no era profesional, pero le encantaba el piano”.

A los 18 años decidió que quería ser arquitecta, hasta que su papá la impulsó a considerar la música como una profesión. Ahí comenzó su travesía para estudiar en Berklee, una de las mejores universidades de música en Estados Unidos.

Luego de tres intentos, Marian consiguió una beca completa; era un todo incluido en la escuela de sus sueños, pero al mismo, tenía un gran trabajo tocando el acordeón en la gira de Julieta Venegas.

“Un semestre estaba de tour y otro estudiaba, así estuve tres años, y a un año de terminar en Berklee me deprimí por un tema de violencia que afectó directamente a alguien de mi familia. Justo en ese momento, Julieta me buscó para ir a dar conciertos a Cuba y Colombia, le dije que sí, pero ya no regresé a la escuela… fue la mejor decisión que tomé”.

https://www.instagram.com/p/BmqtwaXhsa-/?taken-by=marianruzzi

La colaboración como pieza clave

Marian lleva 10 años viviendo en la Ciudad de México, y en este tiempo ha trabajado también con Café Tacvba, Natalia Lafourcade y Leon Larregui.

Para la talentosa compositora y multiinstrumentista, colaborar con otros artistas siempre ha sido un eje en sus proyectos. En este primer disco pudo sumar las voces de Javiera Mena, Vanessa Zamora, Gepe, Álex Anwandter, Meme, y Natalia Lafourcade. “Quería que este disco fuera de duetos con gente que yo admiro, pero no coincidían los tiempos de todos”.

“Dime”, “Dártelo”, “Nada”, “Cuando” y “Nave Especial”, son la mitad de las canciones que forman parte del álbum, y ya se pueden escuchar en Spotify.

“De las cinco rolas que he sacado, ‘Dártelo’ es la más distinta: te empodera. Antes de esa canción había escrito letras muy nostálgicas, de ‘por favor, pélame’, de ser alguien débil, porque básicamente yo estaba en el closet, y las personas a las que pretendí me rechazaron, hasta que dije fuck it, ya no te voy a dar el poder sobre mí”.

https://www.instagram.com/p/Bnoab5JBvZI/?taken-by=marianruzzi

En construcción…

El siguiente sencillo será “En Construcción”, y aunque prefiere que cada persona le dé el significado que quiera a sus canciones, admite que “es una oda al amor gay”, y recita un pedacito de la letra que coescribió con Andrés Murillo:

No llega la felicidad//estando partidos por la mitad//no hablemos de desilusión//somos dos puentes en construcción.

Los siguientes tracks son “Mudanza”, “Ojos”, “Todo Fine, y “Divertir”.

“Todas las rolas son muy diferentes, todas contrastan y no se encierran en ningún género. He tratado de hacer cada canción con su identidad, con su cara; he dejado ser a cada rola y  no me he limitado con los instrumentos”.

Ruzzi reconoce que es más fácil componer cuando está triste, la felicidad siempre acapara su atención y le cuesta más concentrarse.

“Yo siento que hay más gente luchando por el amor no correspondido, aunque también es bonito cuando estás enamorado y escuchas una canción que hace que el sol salga, y justo eso quiero hacer con mi segundo disco, que la gente lo ponga y sienta ganas de levantarse”.

¿Qué sigue tras su primer lanzamiento?

No hay expectativa, a Marian sólo le interesa seguir haciendo música y tocar sus canciones; le encantaría componer para cine, producir para otros artistas, hacer música para orquestas y continuar colaborando con más gente, lo importante es no detenerse.

Por último me compartió un consejo muy millennial para aquellxs que quieren entrarle a la industria musical o a cualquier otro proyecto:

“En YouTube están las respuestas para todo lo que quieras aprender, yo estoy estudiando violonchelo desde YouTube; buscando en Internet encuentras todo y también es una gran plataforma para mostrar tu talento, ya no hay límite”, finaliza.

Compartir

Recomendado

Mujeres que suenan a fuego: el legado de las cantantes latinoamericanas

Cuando nos enfrentamos a la incertidumbre política y social,...

Ariel Venadito: «como morra trans tengo derecho a querer»

La música sana, y Ariel Venadito lo sabe muy...

Las mejores canciones de reggaetón para sanar el corazón

Nada sana mejor las heridas del corazón que una...

Recomendado