Así he lidiado conmigo misma al tener depresión y ansiedad

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Creo que la parte más difícil de tener depresión y ansiedad es lidiar conmigo misma. Han pasado casi 3 años de la primera vez que me diagnosticaron y todavía me cuesta trabajo entender qué es lo que tengo.

Recientemente descubrimos en terapia que he tenido depresión casi toda mi vida. La cosa es que era funcional. Me sentía triste, desmotivada, tenía algunos episodios difíciles, pero ninguno tan fuerte como para inhabilitarme de seguir mi día. Hay quienes pueden durar con depresión funcional toda su vida. No fue mi caso.

«¿Cómo no voy a poder?»

Tengo una personalidad overeachiever. Soy perfeccionista. Para mí darme cuenta de que «no puedo» hacer algo es muy difícil. Un día no me pude parar de la cama para ir a trabajar y sentía que el mundo se me venía encima. Primero me sentí mal y no me podía levantar. Luego me sentí peor porque ¿cómo no voy a poder? ¿Cómo YO no voy a poder? ¿Qué es esta debilidad?

Es que cuando estás deprimida sientes que todo lo que pasa es tu culpa. Hay como un dedo gigante que baja del cielo y te señala y te aplasta. Tú no puedes. Tú eres una fracasada. Cuando estoy muy deprimida encuentro las formas más creativas para echarme la culpa de todo lo malo del mundo.

No es mi culpa

Una parte fundamental de lidiar con mi depresión es repetirme y entender que no es mi culpa. No es mi culpa estar desmotivada. No es mi culpa sentir tristeza. No es mi culpa despertar fatigada. Entender la depresión y la ansiedad como una cuestión química me ha ayudado mucho. Pensar “es la configuración de mi cerebro” me ayuda a calmarme. Porque así entiendo que va a pasar. Que a lo mejor estoy teniendo un día difícil, pero no va a durar para siempre. Todo pasa.

Entender mi enfermedad mental como algo que no me define es complejo. Por un lado me tengo que convencer de que yo no soy mi depresión. Que mis peores días no me definen. Y al mismo tiempo tengo que entender que mi depresión y ansiedad sí son parte de mí. Sí soy una persona que un día puede despertar y sentir que el mundo está en su contra. Sí soy una persona que puede ser muy sociable en los días buenos pero que en un día malo una llamada por teléfono se vuelve mi peor pesadilla. Me dan ansiedad las notificaciones.

«Entender mi enfermedad mental como algo que no me define es complejo».

Estamos tan acostumbradas en pensar en binarismos que con las enfermedades mentales tenemos que migrar a pensar de manera compleja y no reducirlo a “ser feliz” o “ser infeliz”.

Me tengo que estar repitiendo a mí misma que limitar a los demás y, sobre todo, limitarme a mí misma, es algo positivo. Tengo que aprender a decir que no cuando ya no puedo y al mismo tiempo obligarme a decir que sí para estar mejor. Estoy deprimida pero también estoy bien.

Identificando la depresión y ansiedad

Creo que la parte más difícil de cuando tengo un mal momento por mi depresión y ansiedad es darme cuenta que estoy cayendo en pensamientos negativos o que como me siento está ligado a mi salud mental.

Tengo que tomarme un minuto y analizar si lo que siento está ligado a algo real o si está siendo aumentado por mi depresión. Es un poco como cuando descubres que el problema que tenías era porque ya te iba a bajar. Excepto que la depresión es más tramposa. Encuentra maneras de meterse en tus problemas y acentuar tus inseguridades más profundas.

A veces sí logro identificar que me siento mal por la depresión antes de hacer un problema más grande. Otras veces no corro con tanta suerte y hasta después de sentirme particularmente mal un día, me doy cuenta que no era yo, era la depre.

Compleja, incongruente y fuerte

Mucho de ser una persona neurodiversa es entender que no tenemos la respuesta a todo, que no podemos con algunas cosas y con otras así. Mucho de lidiar con esto es aceptarme como una persona compleja, con mucha diversidad de emociones y de pensamientos. No justificar mis acciones, no echarle la culpa de la depresión a todo, pero tampoco echarme la culpa a mí.

Tengo que dejar de pensarme como adjetivos aislados y darme la oportunidad de ser compleja, incongruente y fuerte al mismo tiempo. Hay que aprender que pedir ayuda y apoyarnos de la gente que está a nuestro alrededor es bueno.

«Tengo que dejar de pensarme como adjetivos aislados y darme la oportunidad de ser compleja, incongruente y fuerte al mismo tiempo».

La importancia de una red de apoyo

Nadie nos puede “salvar” de nuestra depresión y ansiedad, pero esto no quiere decir que estemos solxs. Mucha gente con depresión se aísla, yo lo he hecho. Parte de cuidar de mí es fomentar relaciones neutras, que me aporten en lugar de contribuir a mi depresión. Mis amigas han sido esenciales, me inspiran, les admiro profundamente y me echan porras. Recomiendo ampliamente tener una red de personas que te apoyen.

A todas las personas que tienen depresión y ansiedad, no estamos solas. Aquí estamos y somos muchas y complejas e incongruentes. Sigamos haciendo lo mejor que podemos y sigamos viviendo. Con días buenos, con días malos. Pero vivas.

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