Las redes sociales tienen puntos de censura que a veces no alcanzamos a comprender. Se sabe que los pezones femenino están prohibidos en Instagram, que las dick pics también, no así los traseros y los pezones borrosos, ni la gente presumiendo sus armas o animales de caza.
Hace unos días, una foto de un parto fue censurada. La imagen capturó ese momento justo en que una madre va a parir mientras su esposo y su hija ven emocionados la llegada del bebé.
Dicha imagen fue tomada por Albany J Álvarez (a quien probablemente ya conociste en una entrevista que le hicimos aquí), una fotógrafa especializada en acompañar a las parejas durante el parto.
Tras lograr congelar en foto un momento tan fuerte y especial para una familia, ella pidió autorización a los padres del bebé e inscribió su foto al certamen Documentary Family Awards. Fue reconocida con mención honorífica.
Orgullosa de su trabajo y de haber logrado esa distinción, compartió esta foto en Facebook. A alguien no le pareció, la reportó y (presuntamente a petición de algún usuario) la red social decidió borrarla. Albany había visto que a sus colegas les había tocado la guillotina de la censura, pero a ella no (hasta ahora).
Después de la censura
«La verdad es que no sé qué sentir, si molestia o tristeza. Yo siempre he entendido que la fotografía de parto no es para todos, tanto para el fotógrafo como el fotografiado, e incluso para el espectador. Lo que me molesta es la manera de acercamiento tan irrespetuosa que tienen ciertas personas para comentar cosas fuera de lugar», publicó Albany en su cuenta de Facebook.
Además de los parámetros de censura que ya están establecidas por cada red social, existe la que imponen los usuarios. Esta puede ser en beneficio de ellos mismos, como denunciar un acoso, un robo de identidad, de material plagiado… pero en el caso preciso de una fotografía de parto, al parecer, hubo a quien le ofendió mucho ver este contenido.
Albany expuso su descontento así: «El nacimiento es crudo, amoroso, sincero, REAL y sobre todo INCREÍBLE. Y siento un gran dolor ante la sociedad, hacia mi trabajo y por mis clientes porque hicieron una labor maravillosa de ser unos reyes de su parto. Porque ha sido una lucha de muchas personas para que el parto se normalice como algo bello que presenciar y no algo incómodo que hay que negar ver».
Para ella, la fotografía que eliminaron de Facebook es un ejemplo claro de lo que ella desea expresar: «permitir a la hermana más grande presenciar el nacimiento de su hermanita no fue para crearle un trauma (que por cierto fue de los momentos más bellos que he visto en la vida). Es todo lo contrario, es para poder entregarle un conocimiento de lo REAL, y NORMAL al involucrarla en el crecimiento de su familia y verle la cara de asombro y orgullo. Explicar que la vida está llena de procesos y este es uno de ellos».
Triunfo tras la censura
Caso irónico es que la organización Documentary Family Awards invita a fotógrafxs a registrar trabajos que documenten el proceso de nacimiento, de todo lo que conduce a, durante y después del proceso de un parto. Sin censuras.
Al exponer su caso y su descontento en la misma red social que borró su foto, Albany ha recibido solo comentarios positivos. Lo que a pocas personas parece ofensivo, para muchas más es un trabajo digno de divulgación y de ser reconocido con un premio internacional.
En señal de victoria a pesar de ver borrado su trabajo, la fotógrafa subió una imagen donde se puede ver a los padres abrazando al bebé recién nacido. Frente a ellos, la hermanita saltando de felicidad en la cama. Sin traumas, sin prejuicios. Algo tan natural como la vida misma.