Stephanie Chaves, la ilustradora que usa el arte para educar sobre sexualidad

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Stephanie Chaves
Foto. Stephanie Chaves

Hablar con Stephanie Chaves es como sentir que pasa un huracán a tu lado, pero no uno que destruye, sino que te jala a entender el mundo de una forma más amable, más justa e igualitaria.

Si miras sus fotos encontrarás a una chica con labios pintados de verde, azul, morado, de colores vivos e inusuales. Algo así es también su obra, con penes, vaginas y corazones que lo mismo puede estar colgada en un cuadro de una galería que impresa en una camiseta o en pequeñas (y virales) publicaciones en Instagram.

Stephanie Chaves es una artista costarricense que trabaja en arte contemporáneo, activismo artístico e ilustración digital. Sus padres son comerciantes y ella estudió Diseño Gráfico.

Hace tres inició su proyecto artístico de sexualidad ilustrada con el objetivo de abrir un espacio para la reflexión y divulgar información objetiva, científica y laica. Algo que ella considera necesario e imperativo en Costa Rica, su país natal.

La falta de educación sexual en Costa Rica dio pie al proyecto que lleva su nombre y que ha sido expuesto en países como: Argentina, México, Chile, Italia, El Salvador, España y Perú.

Stephanie Chaves es disruptiva, transgresora, incómoda, difícil de pasar desapercibida. En Malvestida tuvimos la fortuna de conversar con ella y nos brindó esta entrevista. Si al terminar de leer te sientes empoderadx y con ganas de hacer algo por tu comunidad, no va a ser casualidad.

Te describes como ilustradora erótica, ¿desde cuándo fue así?

Soy una artista plástica que se especializa en ilustración, activismo y arte contemporáneo. Actualmente, por lo que más me conocen es por la ilustración erótica, ya que soy la única que hace esto en mi país. Ha sido toda una aventura.

Hace tres años empecé un proyecto de educación sexual bajo mi nombre. Mi intención es poder visualizar situaciones en las que el costarricense se ve envuelto. Abordar también la doble moral del tico: por qué no habla de ciertas cosas, por qué no dice ciertas palabras, pero sí dice otras. Sí dicen «me recago en la puta» o «usted me repicha», pero no dicen ni pene ni vagina ni vulva.

Esa doble moral me impulsó a hablar, a hacer este trabajo en ilustración digital dirigido a estos temas que abren un espacio para la discusión y que las personas reflexionen sobre sus comportamientos, prejuicios, aprendan a deconstruirse y volverse a construirse de una forma más sana y natural.

¿Por qué te llamó la atención desarrollarte en este género?

En Costa Rica no hay programas de educación sexual a nivel educativo. Aquí es pecado hablar de esto, es sucio. Entonces se prefiere que niñas de 14 años queden embarazadas de hombres de 40 en vez de enseñarles a usar un condón.

A mí nadie me explicó sobre sexualidad, ni en la escuela ni mis padres. Mi educación sexual en la adolescencia fue: «cuidado quede embarazada», «cuidado y la violan» y «le va a venir la regla». A partir de ahí, pensé en llenar ese hueco, para que otros tengan una vida sexual más plena y sepan cuáles son sus derechos sexuales y reproductivos.

¿Por qué decidiste hacer activismo artístico?

Aquí hay muy pocas personas que sean activistas al mismo tiempo que artistas. Yo pensé que era buena idea fusionar estas dos áreas sociales con el fin de tener un proyecto único y que llamara la atención de lxs costarricenses. Y para mi gusto así ha sido. He recibido un abrazo por el pueblo.

Decidí entrar en esto por la tarea de educar a Costa Rica y poder decirles que había demasiadas cosas que hacer, demasiadas que cambiar, que somos muchas personas en este movimiento en pro de la igualdad, los derechos de la mujer, de ciertos hombres y de la comunidad LGBT+, de las comunidades más vulneradas.

Costa Rica es muy machista, entonces creo que necesitamos una sociedad más igualitaria y segura. A partir de pensar eso, comencé con el activismo, porque al ver todo esto, supe cómo alzar la voz contra el sistema patriarcal que se nos ha impuesto desde las leyes hasta el sistema educativo.

Mezclas un poco de humor con protesta y dibujos explícitos, pero tú ¿cómo definirías tu estilo para ilustrar?

Me gusta ilustrar esos temas con los que la gente se ve identificada cotidianamente. Al inicio, hace como tres años, habría dicho que lo que más me gusta ilustrar eran temas de sexualidad, pero ahora hay un poco de todo.

Hace unos días hice una ilustración de un corazón, en blanco y negro que dice «Porfa no me mienta». Se refiere a las relaciones amorosas, cuando comienzan a salir y se empiezan a engañar. Esto apela a la honestidad, no solo a la relación de pareja, sino en cualquier otra.

Mi estilo es colorido, contemporáneo, figurativo y a la vez que tiene bastante abstracción.

https://www.instagram.com/p/BeJ-rFpDhXV/?taken-by=stephanie.chavess

¿Cómo es ese momento en el que ya sabes qué vas a plasmar en una ilustración?

Todo el proceso creativo es asunto diferente, depende de cada ilustración. Pero casi siempre empiezo con la temática, luego busco las referencias que junto con mis ideas y comienzo a bocetar. Aunque, en realidad, hago pocos bocetos, casi siempre esos se convierten en la ilustración definitiva, pero los pienso como bocetos para sentirme más libre de expresarme.

A veces surgen ideas de canciones que odio porque normalizan la violencia machista, como esa de «A mí me gustan los mayores». Eso es perpetuar la violencia machista de los hombres que tienen relaciones con niñas de 15 años. Es ver normal (¡y cantarlo!) que nos usen a las mujeres como mercancía, que aun cuando somos niñas, nos vendan (vírgenes) a hombres mayores. Cuando ya son posesión de alguien cuando ni si quiera han sido de ellas mismas. Son objetos de nadie antes de ser sujetos de sí mismas.

¿Qué temas te gusta más abordar en tu obra?

La violencia de género, la desigualdad, la cosificación, el abuso de niñas a temprana edad.

El tema que más me apasiona es el acoso callejero, porque es algo que vivo a diario y me enoja mucho que haya hombres que piensen que nuestro cuerpo es suyo. Y a la vez las mujeres que piensan lo mismo, al criticar el cuerpo de otras como si fuera el suyo.

¿En qué tipo de formatos podemos encontrar tus ilustraciones?

Cuando hago arte contemporáneo, pinto en lienzos de 1×1. Cuando son piezas para activismo en la calle, son más grandes. Cuando son para algo más comercial, en ilustración digital, imprimo las obras en camisetas, sandalias, mousepads, en stickers, en impresiones en papel… Son para diferentes públicos.

Las tres vertientes son diferentes, pero a la vez son lo mismo. Solo son varios soportes para que cada público pueda acceder a lo que más le acomode y a lo que más le guste.

¿A qué artistas eróticas admiras? ¿A quién nos recomendarías seguir?

Apollonia Saintcaire, que dibuja súper atómico, figurativo y en blanco y negro. También Polly Nor, que se parece mucho a lo que yo hago. Solo que ella no trata tanto de sexualidad, pero sí del desnudo y con diablos, tiene un estilo visual lindísimo.

¿Con qué tipo de comentarios te sueles topar al momento de publicar alguno de tus trabajos?

Hay de todo, pero recientemente, en Tamarindo Art Wave (un festival de arte contemporáneo), exhibí mis piezas y en vez de mandarlas a una galería como las de lxs demás, las mías las pusieron en una tienda. Una mujer estadounidense, se molestó mucho por esto y dijo que era algo demasiado incongruente.

Digamos que son un 50% negativo y 50% positivo. Hay mucha gente que estaba esperando que alguien hablara de esto, que normalizada estos temas que se ven desde el conservadurismo.

A la vez hay quien piensa que esto es una aberración; que haya alguien —y más una mujer— que hable de temas que no deberían hablarse, porque es inadecuado, porque no es necesario y porque no puede entender la diferencia entre pornografía y educación sexual.

Por este tipo de personas es que yo hago lo que hago. Es para que logren tener una comunicación más abierta consigo mismos, con su pareja y con sus hijos; ideas más abiertas de la sexualidad, sin tanto pudor y prejuicio.

Todos los comentarios son válidos, son bienvenidos. Me gusta que se enojen y se cuestionen por qué están enojandxs, por qué piensan de esa manera.

Es todo un proceso de concepción para alcanzar un estado mental en el que puedan sentirse más a gusto con su cuerpo y con el de los demás.

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