Es normal pedir un día libre en el trabajo cuando nos da una gripe atroz o cuando tenemos un problema estomacal que nos impide salir de casa, pero ¿cada cuánto pedimos un día para atender nuestra salud mental?
Ya sea que el estrés se esté apoderando de nosotrxs o que padezcamos depresión, ansiedad o alguna enfermedad que requiera que nos demos un descanso y pongamos nuestras prioridades en orden, es raro –incluso para algunas personas impensable– pedir un día fuera de la oficina para atender nuestras emociones.
Lo sé porque hace algún tiempo estuve en un trabajo que me llevó hasta el límite, física y mentalmente. La presión y las exigencias eran tales que en algún punto me pasé tres meses trabajando todos los días sin parar (sí, incluso fines de semana) y por supuesto sin ningún tipo de gratificación o pago de horas extra.
Abrumada por el estrés
Estaba en modo automático 24/7 y no había notado todo el estrés que estaba cargando, hasta que mi cuerpo y mente comenzaron a manifestarlo.
Hubo un fin de semana en el que me pasé dos días enteros durmiendo y al despertar me seguía sintiendo cansada y sin ganas de hacer nada.
En otra ocasión sufrí un ataque de ansiedad a mitad de la noche al darme cuenta de que, incluso durmiendo, soñaba con el trabajo y no podía desconectarme de él. A eso había que añadirle la constante fatiga y dolor de cuello y espalda que ya había asumido como “algo normal”.
Fue hasta que casi me desmayo en la oficina que una amiga me llevó al hospital y entendí que tenía que poner un alto, o al menos una pausa, a mi trabajo y replantear la forma en la que lo estaba abordando.
Nuestra mente también se cansa
Es chistoso, o más bien triste, que durante esos meses de intensidad y estrés constante jamás se me ocurrió pedir un sólo día de descanso, porque consideraba que “no estaba enferma”. Y es que es fácil olvidar que nuestra mente también se debilita, también se cansa, también forma parte de nuestra salud.
Todo esto me vino a la mente porque recientemente salió a la luz el caso de Madalyn Parker, una desarrolladora web que escribió un mail a sus colegas para informarles que se tomaría un par de días para cuidar su salud mental, y recibió una genial respuesta de su jefe:
“Hey Madalyn. Sólo quería agradecerte personalmente por mandar correos como este. Cada vez que lo haces lo uso como un recordatorio sobre la importancia de usar los días de baja por enfermedad para nuestra salud mental. No puedo creer que no sea una práctica estandarizada en todas las empresas. Eres un ejemplo para todos nosotros y ayudas a terminar con ese estigma para que todos podamos estar enteramente presentes cuando venimos a trabajar”.
When the CEO responds to your out of the office email about taking sick leave for mental health and reaffirms your decision. ???? pic.twitter.com/6BvJVCJJFq
— madalyn (@madalynrose) June 30, 2017
Es importante pensar en tu salud mental
La respuesta ha sido sorpresiva, porque, honestamente, no cualquier jefx es tan “comprensivo” con sus empleados cuando éstos le dicen que no van a ir a la oficina. Y pongo comprensivo entre comillas, porque realmente no deberíamos esperar a que alguien nos dé su autorización para tomar una decisión respecto a nuestra salud mental.
Como menciona Ben, “debería ser una práctica estandarizada en todas las empresas”. Sin embargo, dista de ser la realidad para muchísimas personas.
Más importante aún, pienso que no tendría por qué darnos vergüenza o miedo pedir un tiempo para poner nuestra mente y emociones en orden.
Quizá no siempre obtendremos un mail tan alentador como el del jefe de Madalyn, pero seguramente podremos razonar al respecto con nuestrx superior en el trabajo. Si no, entonces habrá que recordar que, aunque suene a libro de superación personal, realmente ningún puesto es más importante que nuestra salud.
¿Alguna vez has pedido un día libre en la oficina para atender tu salud mental? ¿Cómo reaccionó tu jefx ante esa situación? Cuéntanos en la sección de comentarios.