#TertuliaMalvestida con Gabilú Mireles: «La palabra ‘gorda’ no es una grosería»

Compartir

A nadie le quepa duda de que la revolución curvy ha comenzado. Mujeres que durante años se sintieron inconformes con su cuerpo, juzgadas por la sociedad, privadas de las tendencias y sin representación en los medios de comunicación, han tomado cartas en el asunto creando sus propios canales y, poco a poco, ganando terreno en las revistas de moda. Sin embargo, el proceso para pasar de la aceptación a la celebración no siempre es sencillo, especialmente con los estigmas que aún existen en la sociedad hacia las personas con sobrepeso. Eso lo sabe bien Gabilú Mireles, quien a través de su blog Fat Gab documenta su día a día como mujer curvy en un mundo que aún discrimina a la gente por la forma en la que se ve.

En la sociedad en la que vivimos, parece que ‘gorda’ es la cosa más horrible que te pueden decir. Incluso a la gente que te quiere le da miedo decir la palabra, así que la cambian por rellenita o chubby, pero no se dan cuenta de que puede lastimar igual cuando se usa en un contexto negativo. Sientes que de todas formas te están criticando y haciéndote sentir menos por tu apariencia, que necesitas cambiar, ya ni para hacerte feliz a ti, si no a los demás”, nos cuenta Gabilú durante nuestro encuentro con ella en un restaurante de la Condesa, en la Ciudad de México.

La originaria de Tamaulipas lleva unos skinny jeans y una blusa color púrpura de una tela stretch que abraza sus curvas, y que hace años probablemente jamás habría considerado usar. “Yo odiaba mi cuerpo. La palabra gorda era un tabú para mí, un término horrible, pero actualmente ya hasta me puedo poner un collar con esa palabra y me vale, porque pienso que realmente no es una grosería, sino que es como decir flaca, castaña, alta, etc. Es un adjetivo descriptivo de tu físico”.


Desde muy pequeña, Gabilú se dio cuenta de que lo suyo era el mundo de la moda. Le gustaba colorear los vestidos de las princesas de Disney, coleccionaba revistas y se sabía de memoria los nombres de todos los diseñadores, pero era un mundo en el que supuestamente no cabía por su físico. “Desde chiquita me decían que no podía trabajar en moda por ser gorda y yo no entendía por qué. Siempre estuve enamorada de ese mundo y quería ser la editora de una revista. Salí de la universidad con la mentalidad de odiar mi cuerpo, pero siempre fui la aplicada e inteligente. Quise destacar en lo académico porque creía que por mi físico nunca lo haría».

Finalmente llegó el momento en el que Gabilú decidió salir de su ciudad natal para probar suerte en la Ciudad de México, y se dio cuenta de que en una ciudad más grande y plural podía realmente ser ella misma. “Empecé a notar que había chavos que me tiraban la onda. Yo no me lo creía. Casi quería preguntarles ‘¿Si me estás viendo que soy una gorda?’”.

El movimiento curvy, el cual es representado por mujeres fuera de las tallas y los cánones de belleza estándar que dictan las revistas de moda y las pasarelas, le dio a Gabilú la fuerza para encontrar un lugar y una voz. Poco a poco comenzó a animarse con prendas distintas e incluso a llevar un bikini, algo que jamás había hecho por pena al qué dirán. “Un look puede hacer mucho por ti, tiene el poder de hacerte sentir bien contigo mismo. La moda no es llevar puesta una marca, sino que es algo que puede marcar historias, movimientos, subculturas y hasta una revolución. La tendencia curvy está totalmente ligada a la moda, ya que estás poniéndote todo lo que antes ‘no te dejaban’ llevar”, explica.

A la par, Gabilú empezó a posar y compartir sus fotos en su blog y redes sociales, hasta que finalmente esa transformación exterior la ayudó a llegar a un estado de verdadero amor propio. “Creo que si a la Gabilú de 12 años le hubiera podido decir ‘Oye, no estás tan mal, en el futuro hasta te vas a dedicar a hablar sobre ser gorda y vas a ser feliz, no tienes por qué castigarte por tener ese cuerpo’, una cosa totalmente distinta hubiera sido”.

A pesar de que el mensaje que intenta dar Gabilú es el del amor a uno mismo, existen personas con opiniones contrarias que dicen que ella promueve el conformismo y un estilo de vida poco saludable. “Constantemente recibo mensajes de haters diciéndome ‘te vas a morir, qué horror, me das asco’, etc. Cuando la gente realmente ni sabe qué onda con tu vida. No saben si es por un problema hormonal, genético o si hasta tienes huesos anchos, sólo te ven y te empiezan a juzgar”.

Además Gabilú aclara que ella jamás ha alentado a sus seguidores a vivir una vida sedentaria o comer en exceso, más bien lo que quiere transmitir es que, sin importar los prejuicios a los que enfrentes, lo más importante es la opinión que tú tengas sobre ti misma. “Tenemos que querernos más que a nadie en el mundo, somos la única constante. El amor de tu vida puede cambiar, puedes perder amigos, familiares… Pero al final solo te tienes a ti mismo”.

Compartir

Recomendado

Las putas fisuramos el mundo, también el 14 de febrero

"¿Oye mamita y no me haces descuento por ser...

Poliamor, anarquía relacional… Hablemos de relaciones no monógamas

Alma gemela, media naranja, amor eteeeeeeeerno (punto extra si...

Recomendado