Cuando piensas en “mujer latina”, ¿quién te viene a la mente? Probablemente muchos mencionarán a Sofía Vergara, otros cuantos a Salma Hayek, y habrá incluso quien se aventure con Shakira, todas mujeres poderosas que han sabido ganarse un lugar en las filas de Hollywood. Sin embargo, ¿realmente qué tan representativas son de Latinoamérica?
Si hubiera que definir cómo se ve una latina no podría existir una sola definición, porque existimos en todos los colores, tallas e ideologías. Somos una mezcla compleja de culturas y razas, aunque los estereotipos quieran unificarnos y hacerle creer al mundo lo contrario.
Una comunidad que a menudo es rezagada es la de los afrolatinos, personas con herencia africana y latinoamericana. Tan sólo en México se estima que hay alrededor de 1.4 millones de afromexicanos, y fue apenas en 2015 que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) los reconoció de forma oficial en su censo.
La otra cara latina
Tristemente, esta situación se replica en muchos otros países del continente americano, en donde aún existe discriminación hacia las minorías. Con eso en mente, Priscilla y Sasha, dos chicas con raíces afrolatinas afincadas en Estados Unidos, crearon «La otra cara latina», un Tumblr que nos permite adentrarnos a los sentimientos y pensamientos de las jóvenes de esa comunidad.
“No es un secreto que la gente puede encontrarse con racismo en cualquier parte del mundo, pero sentimos que el racismo en la comunidad hispana/latina –entre los latinos de tez clara y latinos indígenas/afro– de cierta forma se permite y se ignora”, explican Priscilla y Sasha en el manifiesto de su página. “Creemos que el prejuicio y la opresión dentro de la comunidad hispana/latina contra los latinos de color es la forma más grande de hipocresía, porque al final del día, sin importar qué, en América todos somos minoría para aquellos que tienen un estatus social más alto que el nuestro”.
El poder de compartir historias
A través de retratos y preguntas como “¿Qué hace que seas una orgullosa afrolatina?” y “¿Qué tipo de imágenes crees que los medios proyectan sobre los latinos” conocemos a mujeres orgullosas de su herencia, incluso cuando a raíz de ella han sufrido bullying.
“Me molestaban mucho cuando era más joven. Me llamaban china negra y la gente se burlaba de mi cabello. Yo tenía una connotación negativa de la palabra ‘negra’. La gente me llamaba ‘negra’ y solía decirles ‘No, no lo soy’. Recientemente he comenzado a identificarme como afrolatina”, relata en una de las entrevistas Elise, quien tiene raíces afrodominicanas.
Liner, una chica con un hermoso afro, también tuvo problemas para llegar a buenos términos con su identidad negra. “Al crecer, para mí era difícil reclamar mi negrura porque toda mi familia estaba luchando fuertemente por borrar nuestra herencia negra. Interioricé ese racismo y no fue hasta que aprendí sobre las políticas del cabello negro que comencé realmente a aceptar mi negrura y deshacerme del racismo interno”, menciona. De igual forma, la originaria de República Dominicana habla sobre la representación, o más bien la falta de ella, en la televisión y el cine: “En los medios, los latinos no tienen diferentes escalas en el color de la piel o siquiera de personajes. Especialmente las latinas cuyo único rol parece ser el de la muchacha de servicio o la mujer hipersexualizada, ambas con dificultades para hablar inglés. Las afrolatinas no son representadas en absoluto, incluso en los medios latinos”, explica.
Sobre ese mismo tema, Jada, quien es editora digital de la revista «Latina», menciona que “Hay una imagen general de lo que los medios retratan como el ‘latino estándar’, pero eso definitivamente está cambiando. Con las redes sociales, la gente común da forma a lo que los medios de comunicación proyectan más que nunca. Cuanto más contamos nuestras historias, más veremos experiencias latinas auténticas en los medios de comunicación”.
Una puede pasar incontables minutos repasando las frases, anécdotas y lecciones de estas chicas que en «La otra cara latina» encuentran una plataforma para mostrarse al mundo como los medios tradicionales han olvidado hacerlo.
Las afrolatinas celebran y reclaman su herencia negra, una que sus ancestros probablemente se vieron forzados a esconder por el racismo, pero en la que ellas encuentran su poder interior. Como menciona Mingue, una artista visual con raíces puertorriqueñas y cubanas: “Estoy orgullosa de ser afrolatina, porque saber que tengo tanta cultura y diversidad dentro de mis raíces realmente me empodera”. Y hay que decirlo, ese empoderamiento es contagioso.