¿Te ha pasado que te preparas para dormir y sientes que tus pies pesan cómo si fueran de acero? ¿Tu cuello está a dos segundos de convertirse en el del hombre de hojalata? ¿Ya no sabes cómo es la vida sin migraña?
Entonces es posible que estés estresada y tu cuerpo empieza a mandarte señales de auxilio.
Lo bueno y lo malo
Vivir estrés no es del todo malo, podríamos decir que resulta algo necesario para todos nosotros. Es lo que nos mantiene alerta, nos hace movernos y hace que nuestra vida no sea monótona. El problema se da cuando las cosas empiezan a desorganizarse y las exigencias las vamos sintiendo más grandes que nosotras mismas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México el 75% de los trabajadores padece estrés laboral, lo que nos coloca en el nada honorable primer lugar a nivel mundial, por adelante de China y Estados Unidos.
¿Qué podemos hacer para ganar ésta batalla?
Primero respira…. en serio, ¡RESPIRA! Es muy común que por las obligaciones, presiones y pendientes en la vida, nos olvidemos de éste aspecto tan necesario para nuestra vida.
Tómate un tiempo para hacerte consciente de tu respiración. ¿Hasta qué punto de tu pecho se corta?
En los bebés la respiración no se pausa hasta que llega al estómago (lo puedes notar por esas pancitas que se inflan como un globo), y es ahí en dónde bioenergéticamente se encuentran las emociones. Si no recuerda qué pasa con tu aparato digestivo cuándo te sientes nerviosa… EXACTO.
¡Inhala, exhala!
Conforme vamos creciendo y recibiendo diferentes experiencias, la respiración puede ir sufriendo secuelas. Cuando nos asustamos, por ejemplo, el cuerpo se torna rígido y la respiración suele cortarse. A nuestro cuerpo no se le va una, y va observando todo esto y dejando amablemente anotaciones en nuestro ser.
¿La invitación? Realiza ejercicios de respiración: inhala en 4 tiempos, mantén la respiración 4 tiempos y exhala en 4 tiempos lentamente. La respiración Alpha debe ser lenta, suave y tranquila.
Por las noches antes de dormir puedes realizar éste ejercicio y así, poco a poco ir recordándole a tu cuerpo cuál es su estado natural.
Es muy común que no seamos conscientes del nivel de estrés que refleja nuestro cuerpo. Los bloqueos físicos son cada vez más frecuentes y nos hacen la vida de cuadritos, aun sin estar conscientes de ello.
¿Cómo controlar el estrés?
- Toma agua: Ya lo sabes, pero es hora de hacerlo.
- Come bien: Bájale a las grasas, come tantas frutas y verduras como te sea posible, fibra y un buen complemento de Vitamina B (el estrés acaba con él).
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Haz ejercicio: Ya sea que acudas a natación con Fulanita, escales montañas o salgas a correr todos los días, esta es una de las mejores maneras de eliminar estrés.
Busca algo que te emocione, que te haga experimentar cosas nuevas y acude 21 días consecutivos (un hábito se forma en 21 días).
- Sé práctica: Seamos sinceros, mucho de nuestro estrés lo causamos nosotras mismas. Dejemos de darle vueltas a las cosas, podemos organizarnos de manera eficiente y práctica.
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Ten un hobby: No todo es trabajo y «triunfar» en la vida. Vale la pena ocupar tiempo en cosas que nos relajan, nos inspiran y nos guían hacia el desestrés. No importa si es cocinar, la jardinería o cazar dragones, se trata de vivir en armonía.
Por último, recuerda que “El lunes empiezo” no va a llegar. Hoy es el día, RESPIRA y elimina tu estrés.