En la lista de los sueños guajiros universales, uno de los puntos más recurrentes es el de aprender un idioma. Todos queremos ser esa persona multilingüe que lo mismo platica en inglés, pide un café en italiano o tiene una junta de trabajo en japonés. Sin embargo, cuando llega la hora de la verdad pocos son los que tienen la determinación y disciplina para ponerlo en práctica.
Y es que aprender a hablar una lengua extranjera, por más romántico y cosmopolita que suene, puede llegar a ser un verdadero dolor de cabeza. Está el tema del tiempo, que con la vida adulta parece ser que cada vez tenemos menos, y la cuestión del dinero, porque las clases con profesores certificados no suelen ser gratuitas. Sin embargo, también hay alternativas que no requieren que pasemos horas sentados en un aula o madrugadas preparando tareas.
Aquí reunimos cinco consejos prácticos que te ayudarán a mejorar en cualquier idioma y mantener una conversación, cuando menos, decente.
1. Habla el idioma… y punto.
El bloggero y políglota Benny Lewis asegura que cualquier persona puede hablar un idioma nuevo en tres meses. ¿Cómo? Conversando. No importa si no conoces todas las palabras, rompes las reglas gramaticales o si suenas como un niño de 7 años anestesiado después de una visita al dentista, lo importante es practicar.
“Deja de decirle a todo el mundo que eres demasiado viejo, que no tienes tiempo, que no tienes un talento natural o que no estás listo aún, porque no conoces suficientes palabras para llenar una conversación… La única manera de hablar un idioma y progresar para hablarlo más rápido y mejor, es si se practica hablando mucho”, explica Lewis en su blog Fluent in 3 months.
2. Viaja
Una cosa es aprender a decir “un caffé, per favore!” en un salón de clases y otra muy distinta es tener que gritarlo entre una multitud sedienta de cafeína en las calles de Roma.
Las experiencias que vivimos en los viajes moldean nuestra percepción sobre los idiomas, nos dan contexto y nos permiten ver cómo funciona el lenguaje en la cotidianidad. Cuando viajamos, nuestros sentidos están alerta y todo nos comunica: la comida, los olores, los señalamientos de las calles, las costumbres, y todo eso enriquece nuestro aprendizaje. Es como esa escena de “Comer, rezar, amar” en la que Liz Gilbert (Julia Roberts) aprende que para hablar italiano también se tienen que usar las manos y los gestos.
3. Escucha el idioma que quieres aprender
La música es un excelente vehículo para el aprendizaje, lo sabemos porque hasta la fecha no se nos ha olvidado el “pollito-chicken, gallina-hen”… y no son pocas las historias de personas que aprendieron un idioma nuevo gracias a su fanatismo por bandas cuya lengua materna era distinta a la suya.
Sucede, por ejemplo con muchas fans del K-Pop que no son asiáticas, pero que a base de repetición y de aprenderse las letras de las canciones de sus grupos favoritos, pueden mantener conversaciones e incluso entender películas completas en coreano.
4. Rodéate de extranjeros
Así como tú quieres aprender un idioma extranjero, los foráneos que llegan a México también buscan con quién platicar, y en las redes sociales existen múltiples grupos que fomentan tardes de café y conversación o reuniones after office para entusiastas de los idiomas.
Nunca está de más darte una vuelta, conocer gente y, quien sabe, igual y hasta encuentras a una persona que pueda darte unas clases privadas… gratis… todos los días… entre besos.
5. Asiste a eventos culturales
Si no puedes ir al país del idioma que quieres aprender, entonces deja que el país vaya a ti. Generalmente las embajadas y academias de lenguas organizan eventos culturales que son una excelente oportunidad de entrar en contacto con sus comunidades y aprender sobre su cultura. (Vamos, que siempre será más interesante practicar tu alemán con una cerveza en mano en el Oktoberfest, que sola en tu casa desde una aplicación para el celular).