Lo que los haters dicen de Carla Morrison, dice más de los haters que de Carla

¿Ubicas el Síndrome de Estocolmo? Ese «trastorno psicológico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas»? (Y sí, como buena millennial saco mis definiciones de Wikipedia). Bueno, pues parece ser que en nuestro país muchas personas padecen exactamente ese mismo trastorno con algunas agencias de publicidad y revistas, y la forma en la que éstas han secuestrado su mente y condicionado su cuerpo vendiéndoles ideales de belleza irreales.

Algunos se han acostumbrado tanto a la imposición de un estereotipo que cuando ven la realidad reflejada se sienten, no sólo incómodos, sino incluso ofendidos. Un ejemplo de ello es la reacción que hubo recientemente cuando la marca Levi’s publicó en Instagram fotos de Carla Morrison luciendo sus prendas.

Personalmente, lo primero que pensé fue que se veía espectacular y los jeans le quedan on point, pero los haters no tardaron en salir a criticarla por su físico dejando comentarios hirientes. Lo que me lleva a pensar ¿por qué en un país en el que la mayoría de las mujeres de 18 a 39 años es talla grande o mediana (con medidas promedio de 97-104 centímetros de busto; 88.8 de cintura y de 100-105 de cadera)* a la gente le incomoda ver cuerpos con curvas en la publicidad?

Pareciera que el éxito sólo viene en tallas pequeñas y en el momento en el que alguien con un cuerpo que no se apega a los estándares “ideales” se muestra segura de sí misma, la gente (ya ni siquiera las campañas de publicidad) se encarga de recordarle que debería darle vergüenza estar tan cómoda en su piel.

Lo vimos también en la discriminación contra la gimnasta Alexa Moreno en los Juegos Olímpicos de Rio, y lo vemos a diario en una industria editorial que vive obsesionada con el peso de las mujeres y publica notas al estilo:

– “Con 30 kilos menos, Kim Kardashian luce espectacular en bikini” (Elle México)
– “Kesha y su inexplicable aumento de peso acaparan titulares” (Quien)
– “¡Sí se puede! Vístete 5 kg más flaca, te damos los tips clave para lograrlo” (Glamour)
– “¡Con kilitos de más! Selena Gomez aparece con físico transformado” (EsMás)
– “La foto de Hilary Duff que prueba su drástico cambio de peso. La actriz dejó al descubierto su poco tonificado abdomen” (Cosmopolitan)

Todos titulares reales.

Esta presión social e ideas preconcebidas sobre la belleza son las que muchas veces ocasionan, no sólo la intolerancia hacia lo que es diferente, sino también que jamás logremos estar 100% cómodas en nuestro cuerpo. Es el típico caso en el que ni vives ni dejas vivir. 

Afortunadamente, movimientos como el body positivemarcas como Levi’s, Aerie, Target y Dove, por mencionar algunas; y celebridades como Carla Morrison están ayudando a abrir la brecha para que la diversidad que existe en el mundo también se vea reflejada en los medios. No es fácil, tenemos que luchar con décadas de publicidad para verdaderamente liberarnos de esos estereotipos y aceptar que la belleza viene en muchas tallas, estilos y colores, pero es posible, pues como diría la escritora Shaunta Grimes “El auto-desprecio no es algo que venga predeterminado en las mujeres. No vino predeterminado en mí. Fue aprendido y tuve que trabajar duro para desaprenderlo».

*Estudio ¿Cuánto mide México? El tamaño sí importa (2012) de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE).

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