Lo que debes saber sobre las primeras imágenes captadas de un agujero negro

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Cuando crees que ya lo has visto todo, la primera fotografía de un agujero negro llega a poner eso en duda y a recordarnos que el universo está lleno de misterios por resolver.

¿Qué es un agujero negro?

Si la astronomía no se te da, nuestra buena amiga Wikipedia define un agujero negro como «una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella».

La imagen publicada del agujero negro es considerada un logro de la astrofísica que trascenderá la historia, pues es la primera vez que se tiene una evidencia visual de su existencia.

1. No es una foto como tal

Los agujeros negros, por definición, no pueden verse. Lo que podemos ver en la imagen es el gas que cae hacia él, el cual se calienta a millones de grados y brilla.

Con esa iluminación de fondo se observa una silueta oscura que es la sombra del agujero negro.

Si la foto no parece tan espectacular y resulta un tanto borrosa, se debe a que el tamaño de la imagen supera la resolución máxima de la tecnología empleada.

2. Tomó dos años captarlo

El que persevera alcanza, y tomarle la «selfie» al agujero negro requirió de entre 50 millones y 60 millones de dólares, además de dos años de esfuerzo en los que una red de ocho radiotelescopios (repartidos en distintas partes del mundo) se usaron simultáneamente como una antena parabólica del tamaño de la Tierra, que en conjunto se llama Telescopio Horizonte de Sucesos, o EHT, por sus siglas en inglés.

Le tomó cinco días completos a los radiotelescopios de la red sincronizarse con relojes atómicos para poder observar el centro de la galaxia. 

3. Una supercomputadora hizo la chamba

Se obtuvieron en total cuatro millones de gigabytes de información, por lo que una supercomputadora combinó todas las observaciones. Posteriormente, astrónomos e ingenieros informáticos analizaron los datos durante dos años.

4. Lo que vemos es su horizonte de eventos

Los agujeros negros absorben toda la radiación electromagnética, por lo que ninguno de los telescopios –de radio, de rayos X, óptico o gamma– pueden detectarlos. Sin embargo, es posible ver su horizonte de eventos, que se refiere al punto más allá del cual ni la luz puede escapar debido a la intensa gravedad del agujero negro, eso es lo que apreciamos en la imagen.

5. No hay vía de escape

El campo gravitatorio de los hoyos negros es tan intenso, que cualquier objeto que se aproximara a él quedaría atrapado, sin posibilidades de salir.

Lo que ocurriría después es como si el objeto atrapado hubiera caído en un agujero sin fin y no dejara de caer, nunca. Y como ni siquiera la luz puede escapar, el objeto comprimido será negro. PUMMMMM.

6. Es tres veces mayor al diámetro terrestre

Lo que parece a nuestros ojos una dona borrosa y brillante tiene, de acuerdo con el equipo científico que lo captó, un pozo gravitacional con un diámetro de 40 mil millones de kilómetros, esa cantidad es tres millones de veces mayor al diámetro de la Tierra. Es masivo, por lo que ya fue descrito como “un monstruo».

Otros tipos de agujeros son: de masa estelar y los micro agujeros.

7. La mujer del momento

Quizá has visto la foto viral de Katie Bouman mirando emocionada en su computadora el agujero negro, sin ella, nunca hubiéramos conocido la imagen que ya dio la vuelta al mundo, las redes y los memes, pues fue ella quien encabezó el desarrollo del algoritmo con el que se obtuvo la fotografía.

Hace tres años cuando todavía era estudiante de Informática e Inteligencia Artificial en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Katie elaboró, junto con un equipo de expertos, un programa informático capaz que recoger información de varios telescopios para ensamblar la imagen del agujero negro en una galaxia remota.

Bouman ha insistido en no recibir todo el reconocimiento y ha enfatizado que las 200 personas involucradas merecen el mismo crédito.

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