Reflexiones sobre el feminismo que aprendimos en nuestro Conversatorio No.5

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reflexiones sobre el feminismo

Los medios digitales tienen el compromiso, no solo de generar información, sino también de abrir espacios para el diálogo. Al menos así es como lo vemos en Malvestida y Coolhuntermx, dos plataformas que decidimos unirnos para crear Conversatorio, un evento en el que periódicamente ponemos sobre la mesa temas sociales, políticos y creativos que suceden y afectan a nuestro país. En ediciones pasadas hemos hablado sobre moda sustentable, comunidad LGBTQ+ y las elecciones, Venezuela, etc.

El Conversatorio No.5 se tituló «3 miradas, un mismo movimiento: el feminismo en México» y reunimos a feministas de diversas edades para platicar sobre cómo ellas viven y perciben el feminismo.

Lucía Rivadeneyra, Tamara de Anda y Fany Morales fueron las ponentes del panel moderado por Ale Higareda, fundadora de Malvestida, en donde se abordaron temas sobre la violencia contra las mujeres, el acoso, la inclusión y las distintas etapas del feminismo en México, entre otros temas.

El evento se llevó a cabo en el espacio de cowork Público y contamos con el patrocinio de Cervecería Allende y Jura whisky (por aquello del calorcito), además del apoyo de Ponk para el audio.

Aquí algunas de las reflexiones sobre el feminismo que surgieron durante el Conversatorio…

«El feminismo es una actitud de vida»

Una mujer no necesariamente va por la vida con un letrero arriba de la cabeza que dice «soy feminista». De las cosas más ricas que nos llevamos esta noche es que el feminismo es una actitud ante la vida.

Más que ponerse una camiseta que diga «soy feminista ¿y qué?», el feminismo se practica con acciones diarias, como no permitir abusos, protestar, dar trabajo a mujeres que lo necesitan y pagarles lo justo, deconstruirse, reconocer nuestros privilegios… Es avanzar juntas.

reflexiones sobre el feminismo
Ale Higareda, Tamara de Anda, Fany Morales y Lucía Rivadeneyra

El enemigo es el patriarcado

Hay quienes tienen la noción equivocada de que el feminismo es «odiar a los hombres», pero durante el Conversatorio, las ponentes estuvieron de acuerdo con que el verdadero enemigo es el patriarcado, la estructura que permite que se oprima a las mujeres y que se manifiesta a través de actitudes como el machismo, la misoginia y la violencia.

Todxs somos machos en rehabilitación

Tamara de Anda lleva un programa del mismo nombre y es un concepto en el que explica que todxs tenemos algo de machismo dentro de nosotrxs y es importante reconocerlo y cambiar las actitudes que lo incentivan.

Al ser interrogadas sobre cómo logran deconstruirse todos los días, Fany Morales contestó: «El proceso de deconstrucción al que todo el tiempo me he sometido es cuestionarme ‘¿por qué creo que esto es ser mujer? ¿quién me dijo que esto era ser mujer?’…  Más que cuestionarte qué es o no el feminismo, yo lo veo desde cuando tú te atreves a hacerte esa pregunta».

«No hay que idealizar al feminismo»

A veces se cree que con el feminismo, los problemas de abuso contras las mujeres se terminarán muy pronto, pero es un proceso que está en construcción y en el que aún falta luchar muuuuucho más.

«El feminismo está a nada de volverse un producto de consumo y otra trampa del capitalismo…», explicó Fany. «Debemos saber que el feminismo duele, el feminismo te hace sentir triste, te hace enfrentarte a cosas muy incómodas… Se me hace pertinente comentar que el feminismo no hay que idealizarlo, sino más bien hay que lucharlo».

El decálogo de una feminista

Lucía Rivadeneyra nos leyó parte de un decálogo que aparece en el libro «Feminismo para no feministas», donde se pueden ver derechos (que no favores) que hemos ganado las mujeres gracias a este movimiento igualitario.

¿Puedes votar? Agradécele a una feminista.

¿Estás en la universidad? Agradécele a una feminista.

¿Puedes solicitar cualquier empleo, no solo un «trabajo para mujeres»? Agradécele a una feminista.

¿Puedes practicar cualquier deporte? Agradécele a una feminista.

¿Puedes ir a los Juegos Olímpicos? Agradécele a una feminista.

No juzgar a quien decide no asumirse feminista

Una de las participantes dijo no asumirse feminista, porque no le gusta la etiqueta y siente que es un movimiento que fracciona, pero que sí concuerda con muchas de las cosas que se hacen en el movimiento. Tamara le respondió que «El feminismo no es un diploma y no hay un consejo que dé la licencia».

Otra participante dijo que el feminismo no es uno solo, sino que hay muchos tipos de vivir el feminismo –determinado por dónde naces, situación socioeconómica, etc– y cada quien puede hacerse su traje de feminista como prefiera.

«En el mundo también hay muchas mujeres que son feministas y no lo saben… pero sus actitudes ante la vida lo demuestran», agregó Lucía.

Tamara explicó un punto importante, que el feminismo asumido también es un privilegio. «El no asumirse feminista también se entiende. Para muchas es una herramienta de defensa (para quien sufre, en verdad violencia por asumirse como tal)». Agregó que es importante que las feministas que lo viven libremente, no juzguen a quienes no quieren o no pueden ejercerlo. A la par, no «sacar el feministómetro y decirle a otras que ‘les faltan muchas lecturas para entender el feminismo’, ¡porque igual a ti también te hicieron falta hace unos años!».

Brosplaining

Uno de los términos que Plaqueta sugiere a los hombres adoptar es el brosplaining, que se refiere a explicarle o ayudar a sus amigos a identificar sus actitudes machistas. «Como a las mujeres jamás nos van a hacer caso (porque «locas feminazis, perdida, ya te está bajando»), entonces les toca a los hombres que ya se rehabilitaron».

A los amigos, a los familiares, es una cadena de apoyo feminista donde los hombres también contribuyen a un ambiente más amable.

Bloquear los eufemismos de las redes sociales y de la vida

Una de las cosas más chidas que dijo Fany fue cómo ha hecho ella para combatir el hate en sus redes sociales, pero también en su vida personal.

Explicó cómo muchas mujeres hemos encontrado eufemismos para aminorar actitudes machistas. «Mi amigo no es machista, solo es presumido», «Mi novio no es machista, solo es celoso», «Mi esposo no golpea, solo está enojado». El no pararlas a tiempo, puede llevar a repercusiones graves.

«No se tienen que esperar a que un hombre las agreda para bloquearlo», explica Fany. Si no se puede dialogar con alguien y hacerle ver que sus actitudes son violentas, entonces habrá que ‘callar a una persona con actitudes machistas’ y ‘generarnos un ambiente seguro y amable’ con nosotras y con nuestras amistades.

¿Cómo actuar de forma feminista en ambientes machistas?

Fany respondió a esta pregunta de una chica del público. «Pienso que el feminismo es enfrenterse a todas las cosas que no eres y aceptarte. Desde que te ves al espejo y decides que nadie te va a hacer daño. Te quieres completa, entera, sin justificaciones, sin el ‘podría ser mejor’. Con todo ese amor propio que tienes, que desbordas y que a todo mundo le da miedo, entonces te armas segura, con una nueva actitud ante cualquier ambiente hostil».

Las mujeres somos las «culpables» de todo…

De acuerdo con Lucía, de mucho se acusa a las mujeres, hasta de hacer machos. Esto no quita que en el planeta haya madres machistas, pero «la educación de los hijos —en la mayoría de los casos— es de dos». También habló sobre cómo los hijxs también pueden educar a los padres y madres en la equidad.

En opinión de Tamara, a las mujeres les exigimos demasiada congruencia. «En la vida, solemos juzgar más a las mujeres (a las madres) y celebramos exageradamente a los hombres que no son machistas o tan machistas. ‘No ha violado a nadie, ¡rápido, un monumento en Reforma!'», dijo de manera irónica.

Y ya así, como estocada, Fany complementó esta idea: «No le debemos aplaudir a un hombre porque piense tantito. ‘¡Gracias por no asesinarme!’ No le debemos nada a nadie por tratarnos como personas».

Feminismo fragemntado

Una de las chicas del publico aportó este tema explicando que dentro del feminismo, quien no es heterosexual puede sentirse excluida en un ambiente de heteronormatividad. «Como feministas, deberíamos arropar a todas las mujeres (trans, bisexuales), para que no se sientan discriminadas por las propias mujeres, sobre todo a las trans, a quienes algunas personas las ven como hombres con vestidos, cuando ellas mismas se reconocen como mujer».

Una solución que da Tamara es tratar de ser lo más inclusivas posibles. Ella dentro de su trabajo en los medios procura dejar de hablar en masculino, no asumir que su audiencia es heterosexual, hablar de «pareja» y no de «novio», ser lo más inclusivxs con las entidades no binarias.

Ale Higareda señaló que las buenas ideas que aporten a un mundo más inclusivo hay que practicarlas y llevarlas afuera, sin importar que rompan con lo «convencional». Ejemplos como el Conversatorio son un inicio, pero todavía falta mucho por hacer.

Si quieres recordar o ver por primera vez el quinto Conversatorio, te lo dejamos aquí.

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