8 señales ineludibles de que ya te convertiste en un adulto respetable

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adulto respetable
Foto. Bridget Jones

Hay que admitirlo. Tener más de 25 años, mantener un trabajo que te deja vivir —con toda la dignidad que sea posible— de forma independiente y ser responsable de tu vida ya te hace merecer estar en la categoría de la adultez. Sin embargo, ¿qué tan adulto respetable eres?

En una de esas charlas divertidas que tenemos aquí en Malvestida surgió una interrogante tan compleja que tuvimos que desarrollarla: “¿qué tipo de situaciones en la vida te hacen un adulto respetable?

Vivir fuera de casa de tus padres no basta para otorgarse el título de adulto respetable, como ejemplo: Bridget Jones. Ganar mucho dinero, tampoco, ejemplo: Jordan Belfort. Pero hay ciertas situaciones que te encasillarán en esta categoría, ineludiblemente.

Para divertirnos un rato –y a forma de puro sano chacoteo– aquí nuestras conclusiones sobre esas pequeñas acciones que a veces hacen toda la diferencia.

Comprar ganchos de madera

Cualquier adulto que pretenda ser respetable no puede seguir colgando su ropa en los ganchos de plástico que te regalan en el supermercado. Aplica la misma regla para esos de alambre que dan en la tintorería. (A que ya volteaste a ver tu closet).

Un adulto respetable compra sus ganchos en una tienda y elige materiales como: plástico duradero (que sean de colores puede verse infantil, pero es admisible); de satén (si eres muy chic); de terciopelo (para que la ropa no resbale y se arrugue) y de madera (nivel jedi de adultez respetable).

Pagar tu fondo de pensión

Para todos los millennials que ya entraron al campo laboral hay noticias tan malas sobre el futuro de pensiones que hay de dos opciones: o esperas a ver qué te depara la vida —porque eso de las jubilaciones ya es solo un bello recuerdo de tiempos mejores que no nos tocaron— o… o… aportar a tu Afore ¡de forma VOLUNTARIA!

Un nivel Supersaiyajin de adultez respetable es no solo conformarse con lo que el empleador o la empresa aportan al fondo de retiro sino tú, sí, tú —en vez de gastar el dinero que te sobra en gomichelas, tachas y pericos— colocar mes con mes dinero en este para cuando llegues a la vejez puedas vivir con tranquilidad.

Ya no llevar Paketaxo a las fiestas

Ese combo de botanitas que parecía ser lo más cool en las fiestas, porque hay de todo y para todos —además, por muy pocos pesos—, cuando llegas a la reunión en casa del embajador —donde hay charolas con pirámides de Ferrero Rocher, canapés de salmón ahumado y paté de fua—, ya no luce tan cool como cuando ibas en la universidad.

Pierdes todos los puntos en ser adulto respetable si osas llegar a la cena de Navidad de amigos con un Paquetaxo naranja, los Sabritones son lo más infame para el paladar; te vas al infierno de la no respetabilidad si llevas un Paquetaxo fuego porque les dará reflujo a todos. El Paquetaxo Quexo es menos horrible, pero, plis, no.

Un adulto respetable ya lleva: que la tablita de quesos, que los embutidos rebanados, que el guacamole con totopos, las aceitunitas rellenas de anchoas, el jocoque con pan árabe crujiente o hasta un queso crema con mermelada… Hay opciones.

Invertir en una crema para el rostro

A cierta edad, la piel comienza a cambiar y pierde elasticidad, hidratación, y las arrugas llegan, es normal y a muchas personas les da igual, pero si eres un adulto respetable tomarás cartas en el asunto.

Ya no robarle crema a tu mamá ni usar la misma de las manos o el cuerpo para la cara, sino invertir en una minicrema que cuesta más de lo que normalmente estás dispuestx a gastar es un nivel supremo de adultez. Puntos extra si sabes la diferencia entre serum y suero y cuál se aplica primero. Puntos HÍPER MEGA JUMBO EXTRA si además usas bloqueador todos los días.

Lo mismo aplica con otros productos de cuidado personal. ¿Has visto ese shampoo con miel, jengibre y puré de plátano orgánico que compra tu mejor amigo? Exacto, él ya es un adulto respetable.

Planear tu futuro

No, hacer la lista del súper para lo que vas a cenar en la semana no entra en esta lista. Hablamos más de cosas tan serias y de adulto respetable como comprar un seguro de vida, de gastos médicos mayores o un plan funerario.

Quien hace esto no solo piensa en sacrificar el presupuesto destinado a cosas tan imprescindibles como ver películas tipo ‘Mi abuela es un peligro 2”, sino en tener mejor calidad de vida y, escucha bien, ¡no darle problemas a los demás!

Cuidar lo que bebes

Con la adultez va quedando rezagada la época de las aguas locas, del vodka Karat, del mezcal de panalito. Lo que hace un adulto responsable es comprar alcohol que no pueda ser catalogado para una cata de teporocha. Es ir a la sección de vinos del supermercado y no necesariamente llevarse la opción más barata o las presentaciones en tetrapack.

Es quererse un poquito.

Saber usar la olla exprés

Como millennial podrás no temerle a hacer compras en línea, pero si algo te confronta con tus peores temores es intentar usar una olla a presión. ¿Cómo funciona? ¿Qué tal si estalla?

Manejar un aparato de cocina con las palabras «válvula de seguridad» y «regulador de presión» es bastante intimidante, sobre todo cuando lo único que quieres es hacer frijoles.

Sin embargo, la/el adulto respetable sabe manejar la olla exprés como si se tratara de meter una Maruchan al microondas. Con soltura, confianza y swag.

Hacer consumo responsable

Cuando eres un adulto respetable, la experiencia de ir al supermercado cambia por completo.

Ya no te fijas solamente en qué producto es el más barato, sino cuál rinde más o es más nutritivo. Comienzas a descubrir el verdadero propósito de las etiquetas de información nutrimental y das prioridad a todo lo que diga «comercio justo», «artesanal», «sugar free» y «orgánico».

Si te identificaste con al menos cuatro de los puntos anteriores, ¡felicidades! Ya eres un adulto respetable. Si no, no te preocupes, que al fin y al cabo hay muchas otras formas de lograrlo.

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