Ya lloramos, ya reímos, ahora hagamos algo por las víctimas del temblor

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Era casi media noche, pero aún jueves, unos mexicanos ya estaban encamados mientras otros nos preparábamos para ir a descansar (o seguir la fiesta del juebebes, típico de los chilangos), cuando la alarma sísmica avisó que iba a temblar; como justo un día antes se disparó por un error humano desde el #C5 de la capital, podía tratarse de ooootro error, pero no. Esta vez sí tembló, y feo, 8.2 según los reportes finales del Servicio Sismológico Nacional que ubicaron como epicentro al poblado de Pijijiapan, Chiapas.

Este temblor fue sentido por cerca de 50 millones de habitantes durante dos minutos, segundos eternos en los que muchos sentimos su movimiento oscilatorio como un pequeño fin del mundo.

Después de salir a la calle en pijama, descalzos, con el vaso de la cuba medio vacía o de seguir en cama abrazando el osito de peluche (dependiendo de cómo te agarró el temblor), hablar con los vecinos que usualmente ni volteas a ver, checar si tus familiares y amigos estaban bien, de decirle por Twitter a Gael García que tú también estabas a salvo, ver y compartir varios memes del bolillo pa’l susto, por fin pudimos ir a dormir. Y mientras en la ciudad dormíamos, la pesadilla se presentaba en una de las zonas más desprotegidas de México: las costas de Chiapas y Oaxaca.

Este viernes en la mañana, los chistes y las carcajadas de anoche se convirtieron en dolor de garganta al saber que sí pasó algo, hasta ahora van 61 muertos repartidos entre Tabasco, Chiapas y Oaxaca, más de 200 heridos y que Juchitán está parcialmente deshecho y que en poblados cercanos los habitantes no pudieron ni dormir buscando a las personas atrapadas en los escombros o porque simplemente se quedaron sin casa.

Sí, también lo que no sucede en la capital o en una ciudad cosmopolita debería importarnos y preocuparnos.

En Twitter hay gente que se burla de los hashtags #PrayForMexico o #FuerzaMéxico, sobre todo mexicanos (que seguramente fueron esos mexicanos que sí tomaron en serio el #PrayForParis o #PrayForNiza), como si los 32 fallecidos —y contando— fueran poca cosa o porque a nosotros no nos cayó la tragedia humana del ISIS sino de la naturaleza en zonas «poco glamurosas» del país.

Del otro lado, están surgiendo las historias que dejan adolorido el pecho al leerlas, como la del palacio municipal de Juchitán, hoy reducido a pedazos de cemento, donde un señor tomó una bandera nacional y la colocó ahí, encima de todo. Ay.

 #FuerzaMéxico

Si crees que por estar a salvo —y qué bueno— del desastre provocado por la fuerza del sismo no puedes hacer nada, pero tienes voluntad de ayudar, te decimos cómo y dónde. Hasta ahora van 266 réplicas menores, pero recuerda que en 1985 las réplicas más fuertes fueron las que terminaron por echar abajo la Ciudad de México, no podemos relajarnos. Orar sirve para el alma, las redes sociales para informarnos y estar en contacto, pero ayudar sirve a los necesitados.

Centro de acopio al sur de la Ciudad de México

Zona Lomas de Chapultepec

Si estás en el poniente de la ciudad, puedes ir aquí.

Tlatelolco no olvida

Después del sismo del 85, esta parte de la ciudad siempre se muestra solidaria.

Por la misma zona, en el restaurante de comida oaxaqueña Comixcal. Están pidiendo medicamentos, ropa limpia en bolsas, productos de higiene y limpieza. De 14:30 a 22:00 horas. Doctor Atl 176, Santa María la Ribera.

En Puebla

Zócalo: Desde las 10:00 horas se están recibiendo alimentos no perecederos y material de curación en el Zócalo. Organiza la Federación Internacional d Asociaciones de Estudiantes de Medicina en Puebla.

En Nuevo León

En Chiapas

El DIF Chiapas informó de otros centros de acopio.

Y si sigues con paranoia de que algo puede andar mal, checa esto.

Sigue alerta, no vaya a ser la de malas.

 

Centros de Acopio en Yucatán

Cuenta para depósito del Gobierno de Oaxaca

Donación en línea Cruz Roja

 

 

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